Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Qué caro todo

05/01/2022

Parece que este mes de enero no registraremos las habituales bajadas de precios, por los efectos de la subida navideña y la llegada de las rebajas. Pero el alza de los costes de producción, especialmente exagerados por elementos como la energía, ya obliga a repercutirlos con incremento de los precios de venta, por lo que vienen curvas en este sentido.
En el caso de los alimentos, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en su informe de noviembre comunicó el mayor ciclo de meses consecutivos de subida de precios de los alimentos en los últimos 10 años. 
Nos toca, por tanto, revisar con mayor atención nuestras costumbres, y adoptar mejores hábitos de consumo. La OCU nos informa de que ya la compra para abastecer la nevera supone un 20% del presupuesto de las familias, y da algunos consejos para ahorrar, citando, por ejemplo, que en función del establecimiento donde compremos habitualmente, el coste anual puede variar desde 250 hasta 3.000 euros.
Algunas de las conductas que nos recomienda la OCU para ahorrar cuando acudimos al súper son; aprovechar las ofertas, utilizar los cupones descuento, tener en cuenta las marcas blancas, no ir con hambre a hacer la compra, y una que me resulta muy curiosa, huir de los pasillos interiores debido a que los productos básicos se sitúan en los exteriores.
Para llevar una dieta sana optimizando el gasto, algunos de los consejos son: beber más agua y menos zumos, refrescos u otras bebidas envasadas, consumir más alimentos de temporada y frescos, planificar  y ceñirse a la lista de la compra, hacer buen uso de nevera y congelador para evitar la merma de alimentos…
Por otro lado, se observa en nuestra sociedad de manera generalizada una concienciación a llevar una dieta sana, pero también que hacerlo es costoso. He llegado a leer y escuchar ya varias veces una curiosa frase, «comer mal es muy barato». Así que el acceso global a frutas, verduras y proteínas animales suficientes para una buena alimentación depende mucho de la renta, y aún hay un nicho de la población que no se lo puede permitir.
Preparémonos y estemos atentos, ya que queramos o no gastaremos más, intentando al menos gastar mejor, no nos queda otra opción.