Media vida al otro lado de la barra del bar Gabi

Rubén Abad
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Gabriel Pérez, que se jubila, cierra por última vez la persiana de su local de la calle Mayor Antigua. Allí ha trabajado los últimos 38 años

Media vida al otro lado de la barra del bar Gabi - Foto: Juan Mellado

La calle Mayor Antigua se queda un poco huérfana y la hostelería local pierde a uno de sus establecimientos más veteranos. Ayer fue el último día de servicio del bar Gabi, punto de encuentro durante las últimas cuatro décadas de generaciones enteras de palentinos, que despiden a uno de los referentes del ocio, la buena cocina y las cañas bien tiradas. 

Han sido 38 años de un intenso trabajo al otro lado de la barra del bar en los que Gabriel Pérez, que ahora afronta una más que merecida jubilación, se ha desvivido por su clientela, a la que siempre ha ofrecido un trato exquisito.

Y es que la hostelería forma parte del ADN del empresario, que comenzó a trabajar en el sector a la temprana edad de 14 años. Más de medio siglo, toda una vida, dedicado en cuerpo y alma a un profesión que echará de menos.

Por eso, cuando ayer bajó la persiana de su negocio por última vez los sentimientos se le amontonarían en la cabeza. Por un lado, debió pensar en el merecido descanso que se ha ganado después de todos estos años de trabajo y, por el otro, dijo adiós a las buenas amistades que ha granjeado en este tiempo. Y es que su bar, el Gabi, ha sido para muchos casi como una extensión de su vivienda, pues allí siempre se han sentido como en casa.

«Es complicado. Lo siento mucho por el barrio, porque se quedará un poco vacío y eso me da pena», comentó a este periódico a la hora de la partida, uno de los breves momentos que tuvo algo tranquilo en su última jornada laboral. Y es que el día fue ajetreado como pocos en este establecimiento hostelero de Mayor Antigua, ya que muchos de sus parroquianos habituales aprovecharon la jornada dominical para tomarse allí sus últimos vino o degustar su buena gastronomía a modo de despedida.

«Las últimas dos semanas han sido mortales. Desde que la gente ha sabido que cerrábamos por la jubilación, que ya tocaba, se han querido acercar a despedirse», finalizó.