Un año negro deja 2 muertos semanales en accidentes de tráfico

David Alonso
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Castilla y León se prepara para cerrar un ejercicio negro después de superar los 120 fallecidos hasta noviembre, anotando la peor evolución de España con un repunte de casi un 35% más que en 2019

Guardia Civil y Bomberos intervienen en un accidente de tráfico ocurrido este año. - Foto: Rueda Villaverde

Las carreteras de Castilla y León encaran el final de un año trágico. Las 121 vidas segadas por el momento, convierten a este 2022 en uno de los peores de la última década, con más de dos víctimas semanales, y la progresión de convertirse en el tercero más sangriento en las vías interurbanas desde 2013. «Tenemos una sangría de víctimas mortales», reconocía recientemente la Delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que lleva alertando desde el pasado mes de enero de un inusual repunte en los siniestros con fallecidos en las carreteras de la Comunidad. La última gran muesca en la culata fueron los cuatro fallecidos –tres mujeres y un hombre– del pasado viernes en una colisión frontal en la N-110 a la altura de Villatoro (Ávila). Precisamente, este es el accidente más grave en Castilla y León desde hace más de dos años y medio, cuatro jóvenes salmantinos perdieran la vida tras colisionar contra un muro cuando volvían de las fiestas patronales.

Solo con las cifras de fallecidos hasta el 29 de noviembre de este año –últimos datos oficiales de la Dirección General de Tráfico y a las que tristemente hay que añadir otros dos muertos que se han producido estos días–, este 2022 ya supera a los muertos en vías interurbanas contabilizados en todo 2021, 2020, 2019 y 2013; mientras que está punto de sobrepasar los de 2016 y 2017. El techo de la última década lo ponen las 160 personas que perdieron la vida en las carreteras de Castilla y León en un dramático 2016, seguido de las 142 del 2018. «Es inadmisible el incremento de la siniestralidad en las carreteras y especialmente este año en Castilla y León», denuncia a este periódico Jeanne Picard, responsable de la plataforma Stop Accidentes, que insiste en que desde la asociación «no aceptamos lo inaceptable porque sabemos que se puede evitar».

Los datos de la DGT también sirven para certificar que, como apunta la delegada del Gobierno, la Comunidad está viviendo un año «dramático», con un incremento del 35% en los muertos en accidentes de tráfico respecto al mismo periodo del 2019. Un vertiginoso repunte que parece no haberse extendido al resto de España, toda vez que, a pesar de que la media de las regiones arroja igualmente una mayor cifra de fallecidos, la diferencia con antes de la pandemia apenas alcanza al cinco por ciento –1.039 decesos frente a 990–, siete veces menos que la variación de Castilla y León.

Una cruda realidad que se sustenta sobre las alarmantes cifras que registran Soria, Burgos y Ávila, con incrementos en el número de fallecidos que rebasan el cien por cien, y que las convierten, en tres de las cinco provincias de España con mayores desviaciones en la siniestralidad vial durante este año, solo superadas por Cuenca (+300%). Precisamente Burgos es la que peores datos anota de la Comunidad, con 21 fallecidos, seguida de Ávila con 15. «No son accidentes, son hechos violentos e inesperados provocados muchas veces por conductores temerarios con exceso de velocidad y que conducen después de consumir alcohol y/o droga que matan o dejan mal heridas de por vida a muchas víctimas inocentes en un siniestro vial», insisten desde la asociación.

Los accidentes en las ciudades se cobran otras 300 vidas desde 2013

La larga mancha de la mortalidad vial también salta a las ciudades, donde los accidentes de tráfico han dejado casi 300 fallecidos entre 2013 y 2021 –último ejercicio con datos oficiales de la DGT–. Una cifra mucho más reducida que las 1.122 personas que perdieron la vida en ese mismo periodo en siniestros en vías interurbanas, toda vez que las colisiones en ciudades se suelen producir a una menor velocidad que fuera de ellas, con la consiguiente reducción de las posibilidades de fallecer en el accidente. En cualquier caso, sumando ambos datos, las muertes por accidentes de tráfico en Castilla y León ascienden hasta las 1.300 entre 2013 y 2021. Esto supone una media de 144 decesos viales cada ejercicio, casi uno cada tres días.

Dentro de las ciudades, y siempre según los datos de la Dirección General de Tráfico, el peor año fue el 2016, donde 41 personas fallecieron en siniestros dentro de las vías urbanas, mientras que los 21 casos del año anterior suponen el suelo de la última década en Castilla y León.