El lechazo será más caro, pero descartan escasez

César Ceinos
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El sector aconseja a los consumidores que acudan a los establecimientos comerciales «que les generen confianza» para adquirir un producto de calidad y de procedencia local

Imagen de archivo de lechazos ya preparados para ser asados en un horno de la provincia. - Foto: Óscar Navarro

El lechazo, uno de los platos más destacados (si no el que más) de la gastronomía palentina, no es ajeno a la subida de precios que están soportando los consumidores en los últimos meses. De hecho, toda aquella persona que desee consumirlo o agasajar a sus familiares y amigos en las próximas comidas y cenas de Navidad pagará más que el año pasado por la misma cantidad. Eso sí, no habrá escasez en los negocios. O al menos esas son las previsiones de la Asociación Provincial de Carniceros y Charcuteros de Palencia. «Siempre hay buena oferta y más en estos días. Los ganaderos calculan para tener en estas fechas más lechazos. Creo que no va a faltar, por lo menos en nuestra tierra», manifiesta su presidente,Julián Castrillejo.

Respecto al importe que tendrán que abonar los clientes en las carnicerías para llevarse el lechazo a casa, admite que será más elevado que en las anteriores fiestas de fin de año. «Está siendo un año bastante atípico en cuanto al precio.Quizá está siendo un poquito caro para los precios que habíamos visto antes. No sé si a partir de ahora tendremos que acostumbrarnos a ellos», explica Castrillejo antes de decir que, hace unos cinco años, el coste fluctuaba más a lo largo del ejercicio. «Ahora se ha estabilizado más, a excepción de los primeros meses, que es más bajo al ser menor la demanda», comenta el responsable de la asociación gremial.

«Actualmente, el precio del kilo de lechazo anda sobre los 20 euros, durante los meses anteriores estuvo en una horquilla que osciló entre los 18 y los 20 euros y en las próximas semanas quizá suba hasta los 22 euros», explica Castrillejo, quien recomienda a los palentinos «ir a comprar los productos a los lugares que les ofrezcan confianza». 

«Nuestros lechazos tienen un buen control por parte de la administración para que el etiquetado que llevan sea fidedigno y nosotros vamos a intentar dar los mejores y al mejor precio», asevera. Pero, para que este manjar castellano, que se puede degustar de múltiples maneras, esté en los mostradores de las carnicerías, es necesario que los ganaderos lo críen. 

Desde la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino de Raza Churra (Anche) comentan que las perspectivas de estas navidades son buenas. «El precio que se paga a los productores lleva al alza desde julio», explica el presidente de la organización, Mariano Paramio, quien aún tiene en mente que la pandemia de coronavirus alejó a muchos comensales de los restaurantes en el mes de diciembre, a última hora, y la demanda de lechazo, por esta razón, descendió. Cayeron tanto las ventas como el importe de la carne. «El precio está bastante bien.Esperemos que no caiga como sucedió el año pasado», insiste. 

Por otro lado, Anche, entidad a la que están asociadas en la actualidad 24 ganaderías de carne y de leche de la provincia (tal como recoge su página web), comenta que la cifra de ganaderos lleva años a la baja, pero tampoco piensan que se llegue a producir un desabastecimiento en Palencia, en parte porque la demanda de lechazo también ha caído. Según sus cálculos, este descenso es del 15% en el último decenio. «El consumo no es como el que había hace unos años. Pienso que se va a abastecer perfectamente el mercado», añade. Por último, Paramio también recuerda que sus costes han subido «en torno a un 20-25%».

INDICACIÓN GEOGRÁFICA PROTEGIDA.  En cambio, la directora técnica del Consejo Regulador de la IndicaciónGeográfica Protegida (IGP) Lechazo de Castilla y León, Beatriz Sánchez, comenta que en torno al puente habrá más lechazos y que, al aumentar la cantidad, «quizá el precio sea más barato que en la actualidad».

En relación con la situación de la distinción de la calidad, explica que cada vez son menos las explotaciones de ovino en la región por la falta de relevo generacional, «pero los empresarios siguen dándose se alta en la IGP», lo que demuestra «que funciona». Además, destaca la calidad de los animales con esta vitola, ya que se unen en ellos los dos factores: «la alimentación y la raza autóctona castellana, churra u ojalada».