El amor eterno que los novios se juran en el día de su boda tiene, en muchas ocasiones, fecha de caducidad. Por distintas razones, se presentaron en los juzgados palentinos, tanto en los de la capital como en los de Cervera de Pisuerga y Carrión de los Condes, 111 demandas de ruptura matrimonial durante los seis primeros meses del año. 

La inmensa mayoría, 107, reclamaron el divorcio, mientras que las cuatro restantes solicitaron la separación. En ambos casos hubo reclamaciones tanto consensuadas como  contenciosas. Existe una tercera modalidad, la nulidad de la unión, pero es muy poco habitual que se plantee. De hecho, de enero a junio de 2022 nadie pidió al juez la declaración de nulidad de un matrimonio. La última vez que esto ocurrió fue en el cuarto trimestre de 2020.

La cifra total desde el inicio del año, que es un 9,01% inferior a la registrada en el mismo período del ejercicio anterior, es la más baja de las que aparecen en la documentación estadística publicada en la página web del Poder Judicial, que toma como fuentes los boletines trimestrales recogidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Es cierto que la serie comenzó hace siete años, pero puede afirmarse que existe una tendencia descendente desde los primeros años a los periodos posteriores al estallido de la pandemia. 

De las 195 demandas del primer semestre de 2015 se pasó, tras ligeras oscilaciones, a las 163 de 2019.  Tras la llegada de la covid-19, la cifra cayó entre enero y junio de 2020, la época del confinamiento domiciliario, hasta las 118 reclamaciones, marcando un mínimo que apenas fue superado en 2021 (122), pero que se batió, por lo bajo, en el presente año.  En términos relativos, el índice de la provincia en los seis primeros meses ha pasado de 117,44 demandas por cada 100.000 habitantes en el inicio de la serie a 70,27 en la actualidad. Para calcular esta tasa se ha tomado como referencia la cifra de población oficial a 1 de enero del año correspondiente que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), salvo el dato de 2022 que aún es provisional. El número definitivo, habitualmente, suele darse a conocer a final de año tras aprobarlo el Gobierno central y publicarse en el Boletín Oficial delEstado (BOE).

DIFERENTES DEMANDAS. La administración de justicia en tierras palentinas recibió, principalmente, peticiones de divorcio, es decir, de disolución del vínculo matrimonial. De los 107, la mayoría, 64 fueron consensuados y 43, contenciosos. Respecto al procedimiento de la separación judicial, en dos ocasiones no hubo consenso entre la pareja antes de la presentación de la demanda y en otras tantas, sí.

Por  partidos judiciales, se reclamaron doce divorcios en Carrión de los Condes (ocho amistosos y cuatro contenciosos); catorce en Cervera de Pisuerga (ocho consensuados y seis no consensuados) y 81 en la capital provincial (48 amistosos y 33 contencioso, respectivamente. 

Las demandas de separación, que únicamente ocasionan la suspensión de la vida en común (en este estado civil no pueden casarse de nuevo), se registraron todas en Palencia.

Entre las causas del descenso de las demandas de ruptura matrimonial en Palencia, quizá figure el hecho de que cada vez se celebran menos bodas. En el INE aún no aparece información de este año, pero indica  que en 2021 (el último dato) solo hubo 468 enlaces matrimoniales. 

Se trata del segundo guarismo más bajo de la tabla (y esta comienza en 1941), solo por detrás de las  210 bodas de 2020, un año caracterizado por la suspensión de prácticamente todas las celebraciones festivas que conllevaran una reunión de un grupo numeroso de personas.  También es cierto que en 2021 aún hubo algunas restricciones, pero la reducción de la cifra de bodas es una constante desde los años 80 del pasado siglo. 

El último ejercicio en el que más de mil parejas se dijeron el sí en la provincia fue en 1991. De eso han pasado 31 años ya.