Centenario menesiano

Jesús Hoyos
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El colegio San Gregorio de Aguilar cumple 100 años y lo hace como líder en innovación educativa y digital a nivel nacional. Un tiempo en el que ha apostado por acercar al medio rural programas formativos acordes a las necesidades de la sociedad

Centenario menesiano

Una historia escrita por las familias de alumnos, el profesorado, la congregación de Hermanos Menesianos y las autoridades. «Cuando esto empieza, se necesita todo el apoyo posible, con recursos que pueden ser o no económicos. Las dificultades para iniciar un colegio de este tipo eran muchas y había que unir fuerzas entre todos».

Son las palabras de Jesús Ángel Aparicio, actual director del colegio San Gregorio de Aguilar de Campoo, que cumple este 2021 un siglo de vida. Cien años de andadura que comenzaron con la iniciativa de Escolástica Rodríguez, «una señora de Aguilar de toda la vida», que veía la necesidad de educar a niños y jóvenes de la comarca. Tanto que se desplazó a Reinosa, donde los Hermanos Menesianos tenían un colegio, para conseguir un centro en Aguilar gracias a su director, Octavien Lacrampe.

Así llegó la congregación a la villa galletera, con la fundación de un nuevo colegio que se llamaría San Gregorio en recuerdo del padre del esposo de Doña Escolástica  y se iniciaría en unos locales en La Calleja. Los primeros hermanos, Estanislao, Luis María y Guillermo, se instalaron poco después en una vivienda propiedad de la familia. Para Navidad, el número de alumnos ascendía a 125 y fue necesaria la colaboración de más hermanos.

Centenario menesianoCentenario menesianoEn 1924, el colegio se trasladó a la calle Maricadilla, al edificio anexo a la actual biblioteca municipal. Apenas dos años más tarde, los 176 alumnos dejaron el nuevo espacio  pequeño y Escolástica Rodríguez puso a disposición de la congregación una casa más amplia, con huerta y nuevas dependencias.

Durante la guerra civil, el colegio funcionó impartiendo clases de primaria y, a partir de 1948, se incluyeron el bachillerato elemental y las clases de comercio como complemento formativo para los chicos de la villa.

Poco después, los religiosos iniciaron el proceso para adquirir nuevos terrenos y movieron hilos para conseguir dinero y apoyo de todos los entes  posibles. El Ayuntamiento puso la parcela a su disposición y la colaboración generosa de las familias hizo posible su construcción.

Centenario menesianoCentenario menesianoEl 59/60 fue el primer curso que se impartió en el actual edificio, que ha sufrido distintas transformaciones y ampliaciones según la demanda de matrículas y la oferta educativa. En 1996, coincidiendo con el 75 aniversario de la presencia de la congregación en el pueblo, los Hermanos Menesianos y las Hermanas de La Compasión, que se encargaban hasta ese momento de formar a las niñas y jóvenes de la comarca, se fusionaron, poniendo fin así al servicio de internado de ambos centros y a la educación segregada por sexos.

«Hasta el día de hoy, ha habido mucha adaptación y esfuerzos. Lo importante de todo esto es que se ha contribuido a elevar el desarrollo personal, social, cultural y económico de la zona», subraya Jesús Ángel Aparicio.

Los actos conmemorativos se han centrado en varios momentos a lo largo del curso. En la acogida del claustro del pasado 1 de septiembre, invitaron al nieto de Escolástica Rodríguez en el homenaje a su figura. El 29 del mismo mes tuvo lugar la inauguración oficial del curso, con alumnado y profesorado y la visita de Félix Gullón, antiguo alumno. «Tratamos de hacerles llegar la importancia de la internacionalización, espíritu crítico, idiomas y emprendimiento. Todo eso lo aúna él», asevera Aparicio. Del 22 al 28 de noviembre se celebrará la fiesta del fundador de la congregación, Juan María de La Mennais. También habrá una exposición fotográfica y una misa oficiada por el obispo. 

Centenario menesianoCentenario menesianoActualmente, el centro cuenta con 500 alumnos y su oferta educativa abarca desde Infantil de primer ciclo (0-3 años) hasta segundo de Bachillerato (18 años).

 

Innovación educativa. El director del colegio asegura que, a nivel de innovación educativa, la oferta es «muy positiva y variada». «Tenemos proyectos internacionales e intercambios de alumnos. Estos últimos se quieren retomar tras el parón. La digitalización está presente desde los diez años. Se tomó esa decisión hace años. Los tenemos que educar así porque es el mundo que se van a encontrar. Hay dos pilares que no pueden faltar: digitalización y manejo del inglés. Somos un centro bilingüe desde Infantil», añade.

«Estos dos años se han vivido con mucha incertidumbre. Por suerte, llevábamos años invirtiendo, formando al profesorado y trabajando con medios y dispositivos digitales, por lo que pudimos seguir las clases con normalidad desde casa. Desde quinto de Primaria tenemos dispositivos digitales, no trabajan con libros físicos, sino con un entorno virtual de Microsoft», explica. De hecho, la multinacional tecnológica incorporó al colegio a su programa Showcase School (solo hay once españoles), una comunidad global comprometida con la transformación digital para mejorar la enseñanza. Además, se hace un trabajo personalizado con los alumnos. «Hay una diversidad cultural y socioeconómica en nuestra sociedad y las clases no son como hace 50 años, con aulas para cuarenta alumnos. Ahora tenemos números reducidos, de veinte, y las nuevas tecnologías nos ayudan porque permiten una comunicación fluida», concluye.