Unos cuarenta vecinos de la comarca (datos de la organización) se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento de Mantinos en señal de protesta contra la construcción de una macrogranja porcina con 7.200 cerdos de cebo a escasos 1.200 metros del casco urbano. «Solo 200 más del mínimo establecido por la ley», alertó a este periódico María Jesús del Blanco, portavoz del colectivo vecinal organizador.

Yo no quiero granjas industriales en Mantinos. ¿Y tú? fue el lema de esta protesta en la que se alertó de la existencia de cuatro instalaciones de este tipo en localidades vecinas: tres en el término municipal de Guardo (incluidas aquí las de San Pedro de Cansoles e Intorcisa) y una cuarta en el de Santibáñez de la Peña (en terrenos de la pedanía de Villanueva de Arriba).

Del Blanco advirtió de las consecuencias negativas de este tipo de instalaciones, sobre todo en lo referente a los purines. El mayor temor es que se filtren a las aguas subterráneas y afecten al depósito de agua que surte al pueblo.

No solo eso, también puso de manifiesto la gran cantidad de agua que consumen los cerdos, en torno a los «dos litros diarios un animal de 20 kilos», en un momento especialmente crítico por la sequía.

Asimismo, expuso otros problemas añadidos como los «fuertes olores» que desprenden estas granjas y posibles consecuencias negativas para el turismo. En este sentido, los convocantes, entre los que también se encontraban varios miembros del colectivo Pisoraca y Comarcas Vivas, afearon que este tipo de proyectos de ganadería intensiva «ahondan en la despoblación» y en el «claro detrimento» de la comarca norteña.