En torno al cripto arte

DP
-

Marina Núñez participa en la primera exposición de NFTs de la Bienal de Venecia, junto a una veintena de artistas cameruneses e internacionales en el pabellón nacional de Camerún

En torno al cripto arte - Foto: Marina Núñez

El tiempo de las quimeras, en el pabellón nacional de Camerún dentro del programa oficial de la 59ª Exposición Internacional de Arte (Bienal de Venecia), es la primera exposición de cripto arte de la destacada cita del arte contemporáneo. Se inaugura el próximo 23 de abril (hasta el 27 de noviembre) con la participación de una veintena de artistas cameruneses e internacionales, entre ellos la palentina Marina Núñez (su trabajo se podrá ver en el claustro del Liceo Artístico Michelangelo Guggenheim).

 El proyecto El tiempo de las quimeras se plantea en consonancia con los temas que ha propuesto para esta edición la comisaria general de la bienal, Cecilia Alemani, que ha titulado La leche de los sueños, inspirada en la obra homónima de Eleonora Carrington: la representación de los cuerpos y sus metamorfosis; la relación entre los individuos y las tecnologías y la conexión entre los cuerpos y la Tierra. Precisamente, en torno a estos ejes discursivos giran las obras de Marina Núñez. La artista palentina describe Sin piel, el proyecto  presentado, como «mujeres de piel incómoda, tensa, desasosegada, desajustada, que se agita porque se percibe como una constricción, una frontera, una armadura, quieren librarse de sus límites para ser otra cosa: metamórficas, abiertas, múltiples. Como crisálidas que estallan para expandirse, como supernovas fluyentes e incontenibles». 

El propio título de la obra, Sin piel, «transmite cierta idea de exposición al entorno, de vulnerabilidad, que me parece muy preferible al ansia de invulnerabilidad que tanto caracteriza al ser humano. Una persona sin piel puede entenderse como alguien menos obsesionado con levantar defensas y más abierto a relaciones cercanas, empáticas y hasta simbióticas con otros seres», afirma Marina Ñúñez, quien añade que «en estos vídeos la piel de las mujeres no encuentra sosiego, y su desgarro, si bien incrementa el dramatismo, es una crisis necesaria, que permite que surja de su interior un flujo de partículas de resonancias cósmicas, como constelaciones que desbordan la forma humana para explorar y crear nuevos mundos».

Esta es la segunda incursión de Marina Núñez en el mundo del NFT (Non-Fungible Token) tras las cinco obras de la serie Simbiosis que se muestran hasta el 30 de abril en la exposición del mismo nombre en La Gran (calle Nicolás Morales 38, 1º Nave 8 B, Madrid).

Una constante en la obra de Marina Núñez (Palencia, 1966) ha sido siempre la representación de seres aberrantes, diferentes, los que existen al margen o en contra del canon. Los cuerpos anómalos que pueblan sus obras, sus mujeres histéricas, medusas, momias, monstruos o cíborgs, a pesar de pertenecer a este territorio de lo excluido, no resultan lejanos sino que afectan e identifican. Y sus imágenes se perciben como espejos ligeramente deformados que sugieren que la locura o la monstruosidad son simplemente una cuestión de grado.

La obra de Marina Núñez forma parte de relevantes colecciones como las del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Musac, la Corcoran Gallery of Art, The Katzen Art's Center, FRAC Corse o Museo de El Cairo. Ha expuesto individualmente en prestigiosos museos como el Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Patio Herreriano, Musac, TEA y  Museo Thyssen-Bornemisza, así como en galerías de Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos.