El tanque de tormentas, una pieza clave en el ciclo del agua

David Herrero (ICAL)
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Bajo las pistas deportivas del parque Ribera Sur de la capital se esconden tres depósitos capaces de almacenar 12.000 metros cúbicos para recoger las primeras avenidas de lluvia, las que arrastran más contaminantes

El tanque de tormentas, una pieza clave en el ciclo del agua - Foto: Brágimo

Tres naves subterráneas, a modo de depósitos, con 12.000 metros cúbicos de capacidad. Las pistas de baloncesto y fútbol sala del parque Ribera Sur de la capital palentina esconden bajo la superficie el tanque de tormentas. Pieza clave en el sistema de depuración y tratamiento de aguas residuales de la ciudad, y fundamental para garantizar el correcto y limpio funcionamiento del ciclo del agua.

El tanque de tormentas sirve para «recoger las primeras avenidas de lluvia en momentos en los que se produce una punta de agua muy elevada y no puede ser tratada en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR)», ya que es excesivo el volumen, detalla la jefa de Plantas de Aquona en Palencia, Consuelo de Juana.

Explica a la Agencia Ical que esta infraestructura subterránea es empleada para esas puntas de precipitación o para posibles vertidos que se detectaran en la planta, que así pueden ser desviados hasta estos tanques.

El tanque de tormentas, una pieza clave en el ciclo del aguaEl tanque de tormentas, una pieza clave en el ciclo del agua - Foto: BrágimoLa capital palentina tiene una red de saneamiento única, lo que significa que recoge pluviales, aguas residuales y todos los arrastres y los restos de la limpieza de las calles, lo que implica «una dificultad añadida», agrega.

«Cuando hay una gran precipitación de golpe, se produce un excesivo volumen de agua que no es capaz de tratar la EDAR, porque hay momentos en el los que el agua viene a mucha velocidad, razón por la que se desvía al tanque de tormenta», explica.

En primer lugar, el agua entra en la obra de reunión para que, tras subir el volumen, rebose y pase a una obra de distribución, en la que se reparte entre las tres naves de almacenamiento existentes a través de las compuertas.

El tanque de tormentas, una pieza clave en el ciclo del aguaEl tanque de tormentas, una pieza clave en el ciclo del agua - Foto: BrágimoConsuelo de Juana comenta que, una vez que ha bajado el nivel de agua en la planta depuradora, se evacúa del tanque de tormentas gracias a unas bombas que lo dirigen por una canalización hasta dicha planta para ser tratada y depurada.

Con todo esto se evita que esas primeras aguas que «tienen una carga contaminante muy elevada vayan directamente sin tratar a aliviaderos y se viertan con el consiguiente problema que generaría para el medio ambiente». 

Y es que, además de la suciedad existente en las calles, dichas avenidas de agua pueden arrastrar residuos depositados en las canalizaciones durante las épocas de sequía o de ausencia de lluvia. Por ello, aclara a Ical que interesa poder tratar ese tipo de agua y los elementos que lleva consigo.

 

Innovación. La depuradora de aguas residuales de la capital palentina «no es que solo haga una buena depuración, sino que es una planta puntera». Y es que dispone de instalaciones y proyectos en marcha valorados a nivel europeo, sin olvidar que no ha tenido ningún tipo de incidencia desde que Aquona lleva gestionando esta infraestructura, que se remonta al año 2001.

Asegura que la totalidad del agua que se vierte al río Carrión cumple en todo momento con los límites establecidos y con los estándares de calidad exigidos. Además, la EDAR, camino de convertirse en una ecofactoría, es referente europeo gracias a la puesta en marcha de dos proyectos innovadores. 

Por un lado, el Interreg Ecoval convertirá en 2022 la instalación en una plataforma tecnológica para valorizar los lodos producidos en el proceso de depuración y convertirlos en productos de alto valor añadido. 

Por otro lado, se están obteniendo muy buenos resultados aplicando soluciones tecnológicas al tratamiento biológico de las aguas residuales. Los avances se centran en la mejora de la capacidad de tratamiento de los reactores biológicos de la planta en condiciones desfavorables (lluvias y bajas temperaturas), un elemento que viene condicionado por el Índice volumétrico de fangos (SVI) del lodo activo.

En lo que se refiere a las depuradoras, la digitalización y la automatización se convierten en factores cruciales para asegurar la calidad del vertido. Hoy en día es posible visualizar y controlar el proceso de depuración vía web en tiempo real, sin necesidad de estar físicamente en la planta.

Con ello, es el propio sistema el que regula la operación en función de los parámetros medidos con los sensores, sin necesidad de que el personal intervenga directamente y solo tenga que supervisarla. Antes todo dependía de la intuición del operador y los resultados de los análisis del laboratorio, lo que implicaba que la calidad del agua depurada no estuviese completamente asegurada.