Ingresados 369 menores desde 2001 por sufrir intoxicaciones

ALBERTO ABASCAL
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El monóxido, los analgésicos y los angioedemas suponen una de cada tres hospitalizaciones entre jóvenes de menos de 15 años

Imagen de ayer del jefe de la Unidad de Pediatría del hospital Río Carrión, Alfonso Peña Valenceja. - Foto: SARA MUNIOSGUREN

Aseguran los expertos pediátricos consultados a nivel nacional que las intoxicaciones infantiles (exposición por ingestión, tacto o inhalación a alguna sustancia con capacidad lesiva) suponen el 0,3% de las consultas en los servicios de urgencias pediátricos.

En cualquier caso, la ingestión es la vía de intoxicación más habitual en los niños. El primer trabajo epidemiológico, prospectivo y multicéntrico sobre, intoxicaciones en nuestro país, se realizó entre los años 2001 y 2002, y permitió conocer cuáles eran los productos implicados con más frecuencia, a partir de 2.157 pacientes atendidos en 17 servicios de urgencias infantiles: medicamentos 54,7%, productos domésticos 28,9%, etanol 5,9%, monóxido de carbono 4,5%, drogas ilegales 1,5%, varias medicaciones juntas 1,2%, otros productos 2,5% y sustancia desconocida 0,7%. 

En cuanto a los principios activos, el implicado con más frecuencia era el paracetamol (15,3% de forma global; 19,5% de las intoxicaciones de los niños menores de 5 años), seguido por el etanol, el monóxido de carbono, la lejía, algunos medicamentos anticatarrales, el ibuprofeno y el flúor, según los primeros datos aportados por el Observatorio Toxicológico Español.

En el caso de Palencia, los diagnósticos directos por intoxicación entre menores de 15 años que requirieron el ingreso hospitalario en el hospital Río Carrión en el período comprendido entre 2001 y 2021 sumaron 369, que supone el 1,2% de las hospitalizaciones generales de menores de 15 años (30.910 en total) durante el citado período de tiempo analizado, según los datos aportados a Diario Palentino por el jefe de la Unidad de Pediatría, Alfonso Peña Valenceja, y el jefe de servicio de Pediatría, Jesús María Andrés de Llano. «Los datos aportados hacen referencia al diagnóstico principal realizado con ingreso hospitalario en mano. En esta estadística no entran a formar parte aquellos casos tratados en centros de salud o Urgencias que no requirieron tratamiento hospitalario y, por supuesto, aquellos casos que se pudieran haber producido en el ámbito doméstico, normalmente muy leves, que no necesitaron de tratamiento médico», apunta al respecto Alfonso Peña Valenceja.

FRANJA ENTRE 0-3 AÑOS. Por lo demás, el registro oficial del hospital Río Carrión aporta datos muy concretos, como el hecho de que el mayor número de ingresos de estos menores durante los últimos 20 años se dio en la franja entre 0 y 3 años, con una estancia hospitalaria media de un día, «lo que indica que, por regla general, la mayoría de los casos no fueron muy graves o, por lo menos, no hubo un riesgo vital para el paciente», recuerda el máximo responsable de Pediatría del hospital Río Carrión.

En cuanto a las intoxicaciones propiamente dichas, los responsables médicos del centro hospitalario las engloban en tres grandes grupos: medicamentosas (38,2%, tóxicas (32,5%) y otras, como alimentos, ahogamientos etc. (29,1%). Abundando más en las cifras, dentro de los casos de intoxicación por medicamentos en Palencia destacan los analgésicos de uso habitual, los antihistamínicos y las benzodiacepinas (tranquilizantes, sedantes o ansiolíticos, entre otros).

«Las sobredosis accidentales o la ingesta de dosis no adecuadas forman parte del elenco de motivos por los que habitualmente se producen este tipo de diagnósticos por intoxicación medicamentosa», explica Alfonso Peña Valenceja, quien en el apartado de intoxicación por tóxicos pone en el primer puesto del escalafón a la inhalación de monóxido de carbono (43 casos desde 2001, lo que supone el 11,7% del total de ingresos de menores de 15 años), seguido de las lejías y productos de limpieza, así como los pesticidas, en todos los casos por motivos accidentales.

En cuanto al apartado de otros casos, los shock por alergias al ingerir productos alimentarios aparecen como los casos más comunes. «Hemos distribuido los casos de los pacientes ingresados en tres bloques pero desde el punto de vista numérico cada bloque supone exactamente un tercio de los casos que necesitaron ingreso hospitalario en estos últimos 20 años; es decir, no hay una preponderancia de un grupo sobre todo, si bien cuantitativamente hablando las inhalaciones por monóxido de carbono, los envenenamientos por analgésicos aromáticos y el edema angioneurótico (es una hinchazón que aparece en zonas extensas de la piel y que suele afectar al tejido subcutáneo, normalmente cara y cuello. A veces, incluso puede afectar al tubo digestivo o las vías respiratorias) suponen el 30% del total de los ingresos constatados en el hospital desde 2001», explica al respecto Peña Valenceja.Por lo demás y siguiendo con los datos estadísticos, no hay una especial relevancia en cuando al día de la semana en el que más se producen intoxicaciones «cuando la gente piensa que es más propio de los fines de semana», pormenoriza Peña Valenceja, mientras que tampoco hay una preponderancia de ingresos por este tipo de diagnósticos en cuanto a la estación del año, «aunque evidentemente las inhalaciones por monóxido de carbono son más propias del invierno y especialmente en el entorno rural», subraya.

La tendencia en las dos últimas décadas marca una disminución de un 2% anual

El estudio desgranado entre 2001 y 2021 por los responsables de la Unidad de Pediatría del hospital Río Carrión indica que la tendencia, atendiendo al número de ingresos  de pacientes menores de 15 años en proporción a la tasa ajustada de población, refleja una disminución de ingresos de un dos por ciento anual.

El jefe de servicio de Pediatría, Jesús María Andrés de Llano y el jefe de la Unidad, Alfonso Peña Valenceja, apunta que esta disminución obedece «a un cambio  en la cultura de las familias, la asunción de las empresas, incluidas las farmacéuticas, de los estándares de seguridad en los productos elaborados que salen al mercado.

«Siempre es importante que los padres conozcan cómo se deben utilizar no solo los medicamentos sino el resto de elencos de productos, especialmente los de limpieza  y pesticidas, para evitar especialmente accidentes entre los menores. Sencillamente, se trata de aplicar la sensatez», comenta al respecto Alfonso Peña Valenceja.

En cualquier caso, siempre es recomendable mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños, en sus envases originales y guardados bajo llave. Asimismo, los adultos deben evitar tomar medicamentos delante del menor para no favorecer la conducta de imitación y nunca compararlos con golosinas. Se debe conservar el menor número de fármacos en casa, deseche la medicación sobrante y hay que comprobar las instrucciones y dosis antes de administrarlo. 

-Es importante, desde pequeños, informar a los menores de la peligrosidad de los medicamentos y que solo deben tomarlos si se los da un adulto.

Mención aparte merecen los productos de limpieza del hogar y los productos químicos (raticidas, insecticidas), «ya que estos tienen una presentación vistosa, colorida y atractiva que llama la atención del niño», según indican los expertos a nivel nacional.