Clara Sanz López se reunió ayer con empresas auxiliares y del clúster de automoción Facyl, junto a industrias de proyectos llave en mano y directivos de la Cámara de Comercio, para conocer las necesidades relacionadas con la formación profesional que demanda su tejido productivo.
La Ley de Ordenación e Integración de la FP cumple un año tras su aprobación en el Senado. ¿Cuáles son sus principales aportaciones?
En realidad lo que consigue es construir un sistema completamente distinto de Formación Profesional y es una auténtica revolución al ponerla en el lugar que la corresponde. Se trata de una herramienta que permite a un territorio desarrollo económico y bienestar ciudadano. Así, la población estará bien formada y cualificada para acceder a empleos adecuados y bien remunerados. Como novedad, lo que hace esta ley es aglutinar en un sistema único lo que es la FP, que ya no es una opción sino una obligación para los trabajadores. Deben estar permanentemente actualizados y así se construye un sistema al servicio de las personas para que, en cualquier momento de su vida, puedan encontrar trabajo, mantenerlo y diseñar un itinerario profesional con constantes mejoras. La FP se ha transformado con conocimientos ágiles, actualizados y vinculados a la realidad empresarial en colaboración con los centros educativos.
Ha estado en la Cámara de Comercio. ¿Se colabora lo suficiente con los empresas para que la FP Dual sea una herramienta potente de formación y creación de empleo?
El nuevo modelo plantea que toda la formación tiene que ser dual, ya que no tendrá calidad si no se trabaja codo con codo con las empresas de cada sector productivo. Es muy importante que los centros de FP trabajen de manera corresponsable, ágil y sencilla con las compañías porque al final estas necesitan empleados muy cualificados que, a su vez, han obtenido de forma previa los conocimientos necesarios en las aulas. La idea es que todos los titulados hayan pasado de forma sistemática por una o más empresas con una estancia formativa fructífera para convertirse en profesionales cualificados.
El 85% de los alumnos de FP de Castilla y León tiene trabajo antes de un año tras titularse y el 97% en la Dual. ¿Se hacen bien las cosas aquí?
Se hacen bien pero hay que avanzar en el proceso que fuew iniciado desde el Ministerio de Educación hace cuatro años, centrándose en la ampliación de las formaciones impartidas y revisando la oferta existente. De esta forma, se conseguirá que se ajuste a las necesidades que se dan en cada una de las provincias y los perfiles profesionales que reclaman las empresas en los distintos tejidos productivos.
En Palencia el sector manufacturero echa en falta mano de obra. ¿Se atiende esta demanda a nivel formativo desde la FP?
En todos los sectores productivos pasa esto porque en España hasta ahora no se tenía en cuenta que la Formación Profesional era realmente la puerta para tener un puesto de trabajo. Actualmente, el 65% de los empleos serán para profesionales intermedios, es decir titulados de FP. Y eso es lo que debemos de hacer, ajustar la oferta formativa a lo que nos piden las empresas, ya que no encuentran los profesionales que quieren contratar.
En un mundo laboral tecnologizado y robotizado, ¿es adecuado el ritmo de creación de nuevos grados medios y superiores a corto plazo?
Trabajamos directamente con las empresas y con ellas identificamos los nuevos perfiles y diseñamos los nuevos currículos y titulaciones que estamos poniendo en marcha, en concreto más de 30. Tienen que ver por una parte con puestos tradicionales, pero también muchos se refieren a profesiones emergentes.
¿Cómo se puede ayudar a cubrir la oferta de miles de empleos en hostelería, transporte, construcción o talleres de reparación?
El nuevo sistema de FP no se dirige solamente a los jóvenes sino también a los trabajadores, tanto a los ocupados como a los desempleados. Tratamos de atender esas necesidades formativas para poder ayudar a las empresas a cubrir sus vacantes. Así, hemos modificado estudios en lo que tiene que ver con la digitalización aplicada a los sistemas productivos, sostenibilidad, emprendimiento o idiomas.
Asiste a un encuentro de defensa de la escuela rural en Velilla, una zona desindustrializada. ¿Se puede revertir el éxodo poblacional, apoyar a emprendedores y retener talento?
Si hay algo muy potente para dinamizar cualquier territorio es la FP, tanto para jóvenes como para personas adultas que precisan reconvertirse e iniciar un itinerario profesional en sectores distintos. No solo ayuda a fijar población; la atrae y abre una enorme vía de oportunidades. Todo lo que tiene que ver con Aulas Mentor u ofertas dependientes de los ayuntamientos y administraciones locales contribuye al desarrollo económico. El Gobierno ha transferido desde 2020 más de 160 millones de euros a Castilla y León para crear 11.000 plazas de Formación Profesional y modernizar centros con aulas tecnológicas y de emprendimiento, junto al fomento del bilingüismo.