Si bien su origen es mucho anterior, Herrera de Pisuerga comenzó a cobrar notoriedad y cierto protagonismo a partir de la Edad Media. Fue en aquella época cuando este milenario asentamiento hogar de visigodos y romanos se transformó progresivamente en un próspero burgo con una sobresaliente actividad económica y un núcleo urbano cercado por una imponente muralla con cuatro puertas: Santa María, Prado, Aguilar y Nueva.
De este período es la cerca del castillo medieval que ahora ha salido a la luz gracias a las excavaciones realizadas por un grupo de operarios municipales a los mandos de los arqueólogos Francisco Javier Marcos y Alejandro Antolín. En concreto, con sus trabajos a pie de campo han podido documentar la esquina sureste de la citada edificación, dejando a la vista del público diez metros de una robusta construcción que superaba los 2,30 de anchura, conservando el lienzo en su alzado exterior unos dos metros.
La fortaleza se remonta a 1217, en pleno reinado de Fernando III, y permaneció en pie hasta la construcción de la actual plaza de toros (1952). De hecho, se encuentra concretamente en lo que ahora funciona como patio de caballos.
Así se puede observar en fotografías de la década de 1940 a las que han tenido acceso el equipo de expertos en las que se puede apreciar lo que queda de la muralla. Lo mismo ocurre en una instantánea realizada el 13 de septiembre de 1946 por el Ejército de Estados Unidos, en la que aparece un coso a medio construir y aún falta por dinamitar la mitad de la cerca.
Por lo demás, en la actualidad, continúan las tareas arqueológicas en el exterior del alzado sur con la finalidad de documentar las posibles fases constructivas que depare la construcción y restos de la Legio IIII Macedónica, ya en momentos altoimperiales romanos. Entre tanto, el equipo organizó una jornada de puertas abiertas para dar a conocer a los vecinos de la localidad norteña los restos arqueológicos a la que se sumaron 200 personas.
PLAN DE VIVIENDA
La excavación de la cerca se enmarca dentro del Plan Vivienda 2020-2023, dependiente de la Concejalía de Urbanismo y Patrimonio, mediante el cual la actividad arqueológica está sufragada por el Ayuntamiento a través de la contratación del arqueólogo y disposición de operarios, sin suponer un gasto adicional a los promotores particulares herrerenses. Gracias a este plan de actuación ideado por la actual corporación municipal, el ahorro a todos los herrerenses se estima en 50.000 euros.
Al abrigo del mismo se han ejecutado desde 2020 del orden de treinta proyectos e intervenciones arqueológicas, intentando en lo posible «una revitalización del casco urbano e histórico, un desarrollo urbanístico sostenible y una puesta en valor del rico patrimonio romano y medieval de la ciudad», explica a Diario Palentino el equipo de arqueólogos.
PAISAJE BIC
Por otro lado, el Ayuntamiento herrerense tiene en marcha el proyecto Herrera de Pisuerga. Paisaje BIC, con el que pretende poner en valor la zona arqueológica (casco histórico) y el Canal de Castilla.
El primero de ellos se enmarca en la iniciativa denominada Actividades de Difusión del Patrimonio Arqueológico Romano, que dispone de una partida de 15.750 euros. Esta ayuda procede de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, Servicio de Innovación y Difusión.