El 31 de marzo (de 17 a 20 horas) y el 1 de abril (de 11 a 14 y de 17 a 20 horas), el taller de Ornamentos Arquitectónicos, gestionado por la Fundación Santa María la Real volverá a abrir sus puertas al público, en este caso, sumándose a la celebración de los Días Europeos de la Artesanía. Estas visitas guiadas son posibles gracias a la colaboración de la Federación de Organizaciones Artesanas de Castilla y León (Foacal), el Gobierno regional y la Comisión Europea. Para facilitar la organización, se ha habilitado un formulario de inscripción ( https://bit.ly/PuertasAbiertasOrnamentos).
«Es una forma más de dar a conocer nuestro taller y el trabajo que nuestras compañeras Rosa Martín y Sonia Cagigal llevan haciendo durante más de 30 años», explican desde la Fundación. El taller surgió al albor de las primeras escuelas taller, donde se fraguó la idea de crear la empresa Ornamentos Arquitectónicos.
¿El objetivo? Inicialmente, modesto, realizar reproducciones a escala de algunos de los monumentos más emblemáticos del románico, primero de Palencia y, posteriormente, de otras provincias y regiones, sirviéndose de las imágenes y planos que iban nutriendo la Enciclopedia del Románico. Las primeras maquetas se elaboraban en barro o en madera; posteriormente, se perfeccionó la técnica y comenzaron a utilizar un material denominado alabastrina, compuesto por distintos elementos, que dota a las piezas de consistencia y prestancia.
Rosa Martín es la encargada de hacer la pieza original, aquella que servirá de base a las demás y de la que se extraerán los moldes. Para darle forma hace uso de su ingenio e imaginación y utiliza todo tipo de materiales: plastilina, cartón, metacrilato e incluso palos de Chupa Chups. Antes de ponerse a crear, eso sí, hay un trabajo previo de documentación y conocimiento de cada pieza, que requiere de una intensa labor de investigación, en la que las nuevas tecnologías, internet y Google Maps, ayudan y facilitan el trabajo de calcular y sacar escalas para que la creación sea lo más fiel posible al original.
Una vez creada la pieza, se utiliza para obtener moldes de silicona, que darán lugar a las reproducciones en alabastrina. Pese a utilizar los moldes, cada pieza ha de ser perfilada, perfeccionada y tratada antes de pintarla y ahí es donde entra en escena Sonia Cagigal, quien se ocupa de ese proceso de retoque pieza a pieza.
Con la maqueta ya lista, se procede, en caso de necesitarlo, a dotarlas de color, pintándolas una a una con paciencia y esmero. Una vez secas, las reproducciones están listas para exponerse o enviarse a cualquier punto del país e incluso del extranjero. Algunas de ellas han viajado a lugares como Rusia, París o Berlín, donde son objeto de deseo para muchos coleccionistas.
El taller cuenta con más de 630 referencias. La mayoría de ellas reproducen elementos del patrimonio mundial, fundamentalmente nacional, pero también de países vecinos. También se reproducen ciudades enteras como Lugo, Palencia o el casco histórico de Salamanca; pequeños detalles como la famosa columna de decoración vegetal del claustro del monasterio de San Andrés de Arroyo, los músicos del pórtico de la Gloria o los canecillos eróticos de las iglesias cántabras de Cervatos y San Martín de Elines. Además, han creado juegos, como ajedreces solitarios y dominós.