La cosa comenzó ayer el lunes cuando la Policía Local de Palencia informó que una mujer de 64 años había denunciado que su hijo, a quien acompañaba con destino a su ingreso en un centro de desintoxicación, le habría robado el coche "en un descuido" estando en Palencia.

El suceso tuvo lugar a las 6,30 horas, cuando la mujer solicitó presencia policial junto a la estación de Renfe de la capital palentina. Hasta allí se trasladó una patrulla que se entrevistó con la demandante, una mujer que venía desde Madrid con su hijo para ingresarle en un centro de desintoxicación. En un descuido, el vástago se llevó el vehículo con su documentación y las tarjetas bancarias. Y según se comprobó, sin darle prácticamente tiempo a digerir la cuestión, ya había realizado una extracción de dinero. Tras facilitar los datos del coche, la Policía Local intentó localizar el vehículo pero no pudo ser posible en un primer momento.

El caso es que el muchacho en cuestión hizo suyo aquél dicho popular que dice "Ancha es Castilla", ya que, parece ser, durante toda la madrugada de hoy se dedicó a "recolectar" todo lo que le alcanzaba en sus manos en varios establecimientos de la capital y sin miramientos.

Y no solo establecimientos comerciales -hasta una juguetería- sino que también decidió darse una "vuelta" -siempre supuestamente- por el centro de Educación Especial de Carrechiquilla para llevarse ordenadores, tablets y hasta comida del propio centro. El caso es que sus correrías no duraron mucho porque la Policía Nacional pudo dar con él y logró detenerlo. Es más, no solo lo arrestó sino que también pudo recuperar todo el material sustraído, que no era poco. De hecho, el garaje central de la Comisaría Provincial ubicada en la avenida de Simón Nieto tenía hoy todas las pintas de un mercadillo.