Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


El Gobierno y la caridad

29/05/2022

Con una amiga de mi quinta, hablábamos si cualquier tiempo pasado fue mejor. Una defendía sí y la otra que no. Y nuestras cabezas se pusieron a cavilar y a exponer cantidad de pros y contras. Mi amiga, «lamentaba» que habíamos nacido demasiado pronto, estaba segura que tal y como hoy circulan ciertas tendencias, entre nuestras coetáneas ya en notable minoría, había no pocas que destacaban y de haber sido estos tiempos, alguna podía haber llegado a ministra pues las había listas muy listas aunque no fueran bachilleres y, esgrimía,  un sinfín de razones. La primera y primordial es que hoy no se exige tener estudios. Los requisitos son mínimos. No hay necesidad de haber estudiado ciencias políticas, ni nada parecido sino ser algo maquiavélico: observar la naturaleza humana, blandir retórica, capacidad para engatusar, ver venir al contrario, anticiparse por encima de todo a cómo es en realidad el ejercicio del poder eso sí, restando toda importancia a cómo debería ser.
El Gobierno destina un dineral a cinco ministerios para retribuciones de sus altos cargos. Ya en 2021, no había escatimado en ese gasto porque ahí, hay sueldos de fábula y en ese montante, también destacan directores generales. Parece que esos gabinetes compitan por cuál de ellos tiene la mejor soldada. Lo cuentan los medios pero nosotras, reconocemos que hay gente que tiene la manía de criticar. ¿Cuántos millones cuestan al año mantener toda esa parafernalia de altos cargos, directores de directores, secretarios de secretarios, etc.? ¡Tú no te preocupes, el caso es que sirva para algo! Si te soy sincera, no sé qué pensar, pues cuando algunos hacen la declaración «obligada» de sus bienes me dan una penita…no tienen efectivo ni para un café. ¡Bah, eso entra dentro del jueguecito! Ahí tienes a muchos copiando a los ricos que van a comprar sus caprichitos caros a Gibraltar y los impuestos para carreteras, educación… Ya, pero ¿cómo arreglan por ej., la falta de personal en la Sanidad nacional  si hay tantos a mandar y tan pocos a trabajar? 
Practicar la caridad empezando por uno mismo… hace imposible que los recursos lleguen allá donde más se necesitan.