Un matrimonio y su hija de siete meses que fueron desalojados el pasado lunes de su vivienda situada en el segundo piso del número 11 de la calle Barrio y Mier como consecuencia de los desperfectos sufridos en el interior del inmueble producidos por una obra de construcción que se está llevando a cabo en el solar adyacente siguen sin poder acceder a la misma, según confirmaron ayer a este periódico.

«Tenemos que decir que aún no hemos vuelto a casa. El jueves vino la perito y nos dijo que, por ella, aún no entraría en casa hasta que se asegurara mejor. Hay muchas grietas y hay que estudiarlas para ver si se ha movido parte del edificio», apuntaba a este periódico Carlos Pozo, esposo y padre de la familia afectada.

«Aparecieron en la vivienda de esta familia una serie de grietas. A partir de aquí, se apuntaló convenientemente el muro reforzándolo con hormigón entre otras actuaciones técnicas. Además, el aparejador de la obra y personal del Ayuntamiento se personaron en el lugar de los hechos para valorar los daños sufridos por el edificio», explicó a este periódico Javier Villena, jefe del parque de Extinción de Incendios.

La empresa constructora instaló  tres pilares metálicos que, junto a la cimentación realizada en la tarde del lunes y la colocación de un viga de hormigón, permitirán sostener todo el peso de la pared y, con ello, garantizar la seguridad e integridad del inmueble.

La empresa constructora explicó a DP que muchos edificios de esta zona de la ciudad carecen de cimentaciones y, por eso, se generan este tipo de problemas. 

No obstante, rechazó que puedan existir daños en la estructura del edificio.