Abonos a 1.200 euros la tonelada (300 el pasado año), nitratos a 800 (200 en 2022), el gasóleo a 1,4 euros (60 céntimos en anteriores campañas) y la energía eléctrica a 1.200 euros la hectárea (antes 500); sin olvidar los incrementos de entre entre el 20 y el 30 por ciento en maquinaria han convertido a la de este año en la sementera «más cara de la historia», duplicando, e incluso triplicando, los precios. Los datos no engañan: el coste por hectárea de secano es ahora de 1.200 euros, tres veces más.
Esta fue la principal reivindicación que lanzaron hoy los simpatizantes de Asaja-Palencia que participaron en la asamblea anual de la organización agraria, en la que también se puso el acento en la caída de los precios. «Si se mantienen estos incrementos y los precios siguen bajando, no nos dará ni para cubrir costes», advirtió el presidente, José Luis Marcos.
Incertidumbre que se suma a que la meteorología acompañe o no. «Si no lo hace, será un desastre», lamentó Marcos, quien se mostró aliviado por el agua disponible en el sistema Carrión (embalses de Compuerto y Camporredondo de Alba), aunque aseguró que no estaría de más que aumentara el nivel de los pantanos, ahora mismo al 91,8por ciento de su capacidad. Peor panorama presenta el Pisuerga (pantanos de Aguilar, LaRequejada y Ruesga), que está al 46,5 por ciento.
También se refirió el presidente provincial de Asaja a la PAC 2023-2027, que tachó como «una de las peores» al tratarse de una norma muy medioambientalista y burocrática. «Queremos trabajar en el campo, que es lo que sabemos, no estar todo el día con la carpeta debajo del brazo haciendo papeles», dijo.
Por último, apeló a los socios y a los simpatizantes a que se involucren en los gobiernos de los ayuntamientos y juntas vecinales «porque, de lo contrario, las políticas se orientan hacia asuntos que no repercuten en el bienestar y la mejora del sector agropecuario, e incluso se adoptan medidas perjudiciales».
RIEGOS Y AVE
Por su parte, el presidente regional de Asaja, el palentino Donaciano Dujo, elogió y apoyó «a todas las comunidades de regantes de la provincia que avancen en implantar proyectos de modernización; a todas sin distinción»; y se comprometió a defender sus intereses ante las administraciones públicas. Sobre ese aspecto, José Luis Marcos lamentó que desde el Seiasa (entidad dependiente del Ministerio de Agricultura) se demoren sus aportaciones financieras que cubren una parte de esas inversiones.
Se expresó en la asamblea la queja por el «destrozo» que la ejecución de los tramos del AVE a Cantabria está causando en muchas zonas de cultivo y en infraestructuras de regadío modernizadas hace relativamente poco tiempo. Asimismo, se puso de manifiesto la necesidad de mantener la presencia pública de Asaja, así como de los agricultores y ganaderos a título particular, para trasladar a la sociedad que los productores no son los culpables del alza de precios de los alimentos, sino al contrario, profesionales a los que también les afecta la inflación y perjudicados por esta coyuntura.
En ese sentido, Donaciano Dujo calificó como «una desgracia» que «tengan que matarse vacas para sufragar los costes de dar de comer a otras y, como último remedio, cerrar explotaciones, cuando se necesitan alimentos y es inexplicable que en este país cada vez nos resulte más costoso y difícil ejercer la agricultura y la ganadería».