No hay día en el que el proyecto de reforma de la plaza Mayor no sufra un cambio respecto a los planes iniciales del equipo de Gobierno de PP y Cs. El último, conocido ayer, es que el monumento a Alonso Berruguete de Victorio Macho se va a quedar donde está, después de que la Comisión de Patrimonio no haya dado su visto bueno a la intención municipal de alejarlo unos 13 metros de la fachada de la casa consistorial, no digamos ya de sacarlo a otro enclave como se propuso en un principio. 

Otro cambio que va a introducir son canalizaciones para el alumbrado. El primer proyecto elaborado por los técnicos del Ayuntamiento dejaba a un lado esta posibilidad, pero Patrimonio ha advertido de que, ya que se va a levantar todo el suelo, lo suyo es aprovechar para que queden instalados los tubos que permitan librar de cables aéreos.

Y, en tercer lugar, se van a eliminar varias farolas. De momento, las dos de delante de la escultura y las laterales pero la intención es que «a largo plazo» desaparezcan todas de la plaza Mayor.

Fue el teniente de alcalde y responsable de fondos europeos, Alfonso Polanco, quien ayer confirmó que aunque tras «consultar a expertos en la materia y a los técnicos municipales» se había acordado «desplazar la estatua unos metros para atrás para ganar una mejor accesibilidad y más espacio para la plaza», Patrimonio «no ve con buenos ojos la propuesta».

«Vamos a proponer mantener la ubicación de la estatua en el mismo sitio. No conseguimos una mayor habitabilidad para espectáculos pero sí mantenemos la perspectiva que el propio Victorio Macho diseñó para la estatua», concluyó Polanco, que, no obstante, defendió un proyecto en el que se van a invertir 769.908,59 euros, de los que 469.908,59 se financiarán con cargo a los fondos europeos de la Estrategia para el Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi).

«No es una reforma poco ambiciosa», respondió el edil a las críticas que la semana pasada hacía el PSOE sobre el proyecto, «porque colocaremos material noble de una manera que quede bello». «Es una obra sencilla para una plaza sobria castellana; una actuación necesaria solicitada por colectivos de personas con discapacidad, de mayores y otra mucha gente para acabar con los problemas de accesibilidad», resaltó. 

farolas. Lo que no está tan claro es el porqué el Ayuntamiento ha decidido ahora retirar las farolas que estrenó hace poco más de un año. En febrero de 2022, las tradicionales farolas fernandinas de la plaza Mayor dejaron paso a una docena de estilizadas luminarias, bastante más altas y modernas, con un diseño que culmina en un foco led.

El Ayuntamiento se gastó 362.911 euros en esas farolas, las de la casa consistorial, las columnas de los soportales y los balcones de los edificios, así como en 24 focos para la iluminación ornamental de la fachada del Consistorio y un nuevo equipo de sonido para espectáculos.

«Hemos encargado un proyecto para la eliminación progresiva de las farolas de la plaza Mayor. Vamos a hacer una medición exacta de los lúmenes que tiene que haber y eliminaremos aquellas que no sean necesarias», avanzó Alfonso Polanco, que confirmó que con la reforma desaparecerán las primeras pero «a largo plazo» el objetivo es que lo hagan todas para ganar más espacio. 

Polanco aseguró que esta decisión «no tiene que ver con Patrimonio» pero distintas fuentes aseguran que sí existe un informe que insta a quitar estas farolas y a recuperar las fernandinas.  

«No tiene mucho sentido recuperar las farolas fernandinas, pero no quiero abrir un debate ahora sobre ese asunto. Evidentemente, haremos lo que legalmente nos plantee cada órgano que tenga que decidir en ello», sostuvo Polanco.

Preguntado por la lógica de retirar unas farolas nuevas que también se financiaron con la Edusi y, por lo tanto, están incluidas en un proyecto impulsado por su concejalía de fondos europeos, Polanco aseveró que «se podrán ubicar en otro sitio de la ciudad». 

«El objetivo inicial era la minimización del número de farolas en la plaza. La normativa y el reglamento de iluminación exigen una serie de lúmenes en cada metro cuadrado de la plaza», explicó. 

«Para hacer todo eso se han tenido que poner las farolas que están puestas en este momento. Podemos mantenerlas o que la plaza quede lo más diáfana posible pero siga manteniendo la iluminación. Eso, con las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas se puede conseguir, por lo que a largo plazo posiblemente desaparecerán todas las farolas. Mientras, mantendremos estas, y habrá que hacer alguna modificación puntual», alegó.

plazos. Respecto a los plazos, la intención del Ayuntamiento es presentar la próxima semana el proyecto definitivo a Patrimonio, en el que se introducirán todas las recomendaciones que les ha trasladado el organismo dependiente de la Junta. El compromiso es que Patrimonio conteste en una semana, y con este informe favorable el equipo de Gobierno de PP y Cs tendrá vía libre para aprobar el proyecto y lanzar la licitación de las obras en busca de una empresa que quiera llevarla a cabo. Este proceso, hasta la adjudicación, llevará unos tres meses, por lo que será la próxima Corporación la que verá el inicio de las obras, que durarán cuatro meses y tendrán que estar finalizadas antes del 30 de noviembre, por lo que la plaza Mayor difícilmente se podrá utilizar los próximos sanantolines.