El viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud, Jesús García-Cruces, prometió ayer «exprimir al máximo» la capacidad de diálogo con los sindicatos, mientras CSIF, UGT y CCOO, que representan el 50 por ciento de la mesa sectorial, exigieron que se negocie en ella con todas las centrales sindicales y rechazaron pactos «oscuros», como el firmado con la organización médica CESM.

García-Cruces recibió a los representantes de CSIF, CCOO y UGT después de que protagonizaran una concentración frente a la sede de la Consejería de Sanidad en Valladolid y cortaran el céntrico paseo Zorrilla para exigir la recuperación de la negociación colectiva y rechazar los acuerdos particulares.

Asimismo, los tres sindicatos presentaron una batería de propuestas para su negociación sobre la mejora de las condiciones de los trabajadores y la recuperación de la calidad de los servicios que reciben todos los ciudadanos. Así plantean medidas económicas, laborales y de ordenación y recursos humanos.

El viceconsejero aseguró que la intención de Sanidad es mantener un diálogo «fluido, abierto y permanente» con las organizaciones sindicales, porque reconoció que el principal activo son sus profesionales. Insistió en que su empeño es mantener esa «dinámica» de manera continua en un momento en el que el sistema público atraviesa una situación «difícil».

Tras mostrar su confianza en los consensos y el liderazgo para ofrecer soluciones inmediatas a los problemas, añadió que el diálogo con los sindicatos es una «piedra angular» de todo el trabajo. «Nosotros mantendremos esa dinámica», dijo porque es el «gran paso» para llegar a soluciones que esperan los ciudadanos, según informa Ical.

Además, el viceconsejero reconoció que la mesa sectorial es un órgano «importante» y el vehículo «nítido» de debate y discusión para plantear propuestas, con independencia de que la Consejería tenga la legitimidad para negociar algunas cuestiones con una organización. «Todos los sindicatos tienen las puertas abiertas», insistió.

En la protesta, el presidente autonómico del sector sanitario de CSIF, Enrique Vega, denunció que que la sanidad de Castilla y León viene lanzando «gritos de SOS» a la Consejería y criticó que «lejos de salir en su auxilio», permanece «impasible y castigando» a la ciudadanía con plantillas «desfasadas» y una «notable» falta de personal.

Colapso y saturación.

Estos problemas, dijo, están provocando el «colapso» de la Atención Primaria, la «increíble saturación» de las Urgencias y listas de espera «eternas e interminables» en especialidades hospitalarias. «No podemos cerrar los ojos ni dar la espalda a la ciudadanía de Castilla y León», dijo. «Es el momento de dar soluciones», añadió y pidió a Sacyl que demuestre que se preocupa por sus trabajadores y ciudadanos.

Ana Rosa Arribas, representante autonómica de CCOO, recriminó a Sanidad la falta de negociación colectiva en la mesa sectorial y la «escenificación» de acuerdos que -denunció- no se cumplen y sólo afectan a una «parte pequeña» de la plantilla. Insistió en que se trabaja en «equipo» en la «pirámide» de Sacyl, por lo que señaló están «cabreados» porque se intente «enfrentar a unos con otros».

De esta forma, reclamó una batería de propuestas y medidas a corto plazo para resolver la lista de espera, las citas a más de 10 días en la Atención Primaria o la sustitución de profesionales. Además, indicó que ahora se anuncia la aplicación de la jornada semanal de 35 horas, que debería estar instaurada desde el año 2019.

Finalmente, Miguel Holguín, responsable autonómico de sanidad de UGT, criticó los «pactos oscuros» de la Consejería de Sanidad con «sindicatos particulares», que a lo largo de los años de gobiernos del PP «sólo se han traducido en hundir cada vez más» al sistema público. «Los acuerdos históricos son de otra época», dijo y pidió buscar el consenso con todas las organizaciones sindicales.

Aseguró que están «muy preocupados» por la deriva de la sanidad pública y «cansados» de los acuerdos con algún sindicato, por lo que pidió un «gran pacto» para negociar mejoras para los profesionales y para ofrecer una asistencia de más calidad.

También el líder socialista, Luis Tudanca, se solidarizó con los profesionales y exigió a la Junta una negociación que aporte soluciones a la situación que sufre la sanidad pública en Castilla y León.