Organizada por la Hermandad Franciscana de la Santísima Virgen de la Piedad, hoy -Sábado de Pasión- se celebra la procesión de Piedad y Reconciliación, que cada año se encamina a una parroquia del extrarradio de la ciudad, en este caso la de María Reina Inmaculada, para realizar una celebración penitencial.
Piedad por ser la procesión titular de la hermandad, el acto más importante de cuantos celebra la misma a lo largo de todo el año. En este, acompaña a su imagen titular, la Virgen de la Piedad (Hermanos Martínez, 2004), hacia un encuentro personal con sus devotos en sus respectivas parroquias, buscando recorridos viables, íntimos y estéticos, que propicien un mayor recogimiento. Reconciliación en referencia al alto contenido espiritual de la celebración penitencial, aportando a la programación diocesana un acto sencillo, comunitario, pero lleno de significado, que sirve de preparación para la Semana Santa, liberándonos de toda falta mediante el acto de la confesión personal.
En la Semana Santa de 2022, como ya se ha señalado, la procesión de Piedad y Reconciliación visita la parroquia de María Reina Inmaculada (como en 2005). En las otras dos ocasiones que correspondía, se tuvo que suspender (en 2013 por lluvia, y en 2020 por el confinamiento motivado por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus).
Es novedad de la procesión es la reincorporación de la imagen de San Francisco de Asís, una donación realizada en 2003 por los PP. Franciscanos de Orense con motivo de la erección canónica en 2003.
La Virgen de la Piedad es una talla realizada en madera de cedro roja policromada y dorada, obra inspirada en las de la escuela catalana que repite un modelo de reproducción en serie, del cual existen múltiples ejemplares en toda España realizados en diferentes materiales y tamaños. Esta palentina es una composición realizada en dos fases por los talleres Artemartínez de Horche (Guadalajara).