La capital palentina se convirtió ayer en referente gastronómico con la final del III Concurso Internacional de Patatas Bravas, que repartió más de 3.000 euros en premios. La final, celebrada en el hotel Rey Sancho, contó con 22 seleccionados de entre más de 100 recetas. El ganador del certamen fue Isaac Montoya, cocinero del restaurante Paquita Mariví en Burgos, con su ración Bravas de la abuela. «Es el colofón a muchos años de trabajo. La propuesta se basa en unas patatas con una salsa de huevo con sus torreznos, sus piparras, mojo picón, pimentón y queso de cabrales», explicó el ganador, que en la pasada edición logró una mención especial.

El segundo premio recayó en Philip Alinsunurin, cocinero de Le Qualité Tasca de Madrid por susbravas con salsa maragata elaborada con pimentón ahumado de Vallelongo y velo de papada ibérica de bellota e Ibéricos Fisán. «Veníamos con gran ilusión pero sabiendo que había un nivel muy fuerte. El jurado ha valorado la salsa que hacemos que le da un toque diferente», señaló Marcos Gavela, propietario del restaurante madrileño. 

Las Bravas Martina 3.0, elaboradas por Javier García, del restaurante Martina de Albacete, son las terceras mejores del mundo. El jurado ha valorado la combinación de ingredientes que genera una explosión de sabores. «Estoy contento porque me mantengo en el podio. La propuesta es muy similar a la del año pasado», resaltó.  

Además, el premio Alimentos de Palencia se lo llevó Víctor López del mesón La Chuleta de Guardo; la mención especial y el premio a la estética fue para Pablo Hernández, del restaurante Juan Luna de Ávila, mientras que el premio a la innovación fue para Mitxel Suárez del Asador Borda Berri (Álava).