Perder para ganar

Alberto Moreno
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El joven colegiado de Segunda RFEF, David García de la Loma, regresaba ayer tras nueve meses apartado de los campos por un sarcoma sinovial que obligó a amputarle una parte de su brazo derecho. Arbitró un duelo de 2ª Regional cadete

Perder para ganar - Foto: Sara Muniosguren

Ayer, en los campos del Club Internacional de la Amistad se vivió uno de los momentos más emocionantes que se recuerdan. El colegiado de 28 años David  García de la Loma volvió a pitar un partido de fútbol nueve meses después de habérsele diagnosticado un sarcoma sinovial, y amputarle una parte de su brazo derecho.

Todavía recuperándose de las secuela de la quimioterapia, decidió volver a su pasión, el arbitraje. Sabe que esa temporada le será imposible poder debutar en la Segunda RFEF, categoría a la que ascendió pocos días antes de conocer su grave enfermedad. Fue Antonio Rodríguez, árbitro y médico del Burgos CF(que estuvo en este día tan especial para David García de la Loma), el que le alertó. «A él le debo la vida», no se cansaba de repetir emocionado.

Para este regreso tan especial, el colegiado palentino quiso estar rodeado de asistentes con los que le unen muchas vivencias, pero especialmente lazos familiares y de amistad, su hermano Sergio García de la Loma y Rubén Díez, asistente de la Primera RFEF. El partido que le iba a tener como protagonista fue el CIA B-Cultural B de la Segunda Regional cadete. Entre el ambiente que había por la concentración de escuelas de rugby y los muchos familiares, amigos y compañeros árbitros que quisieron estar en esta vuelta de David, el campo estaba rodeado de espectadores, habiendo generado expectación. No faltaron sus padres, Loli y Carlos, que si nunca se han perdido partido alguno de sus dos hijos, aun sabiendo que se exponían a escuchar muchas barbaridades del público, menos iban a dejar de estar en este momento tan especial, un ejemplo de superación protagonizado por su hijo mayor.

Perder para ganarPerder para ganar - Foto: Sara MuniosgurenEl árbitro palentino, que también se ha incorporado a la vida laboral en Valladolid, donde trabaja, ha llevado y está llevando este durísimo trance con una serenidad pasmosa, con una fuerza interior que ha sorprendido a todos. «Más que darle ánimos a él, nos lo daba a nosotros», aseguraba Sergio, que ha sido la sombra de su hermano y que le ha ayudado muchísimo a despejar dudas y superar momentos delicados, en su condición de estudiante de medicina. No significa que David no se haya derrumbado en más de una ocasión, lógico y hasta sano. Así sucedió en una sesión en rehabilitación del Hospital Río Carrión, en un ejercicio de espejos, que viene a llamarse el brazo fantasma, donde se efectúan movimientos como si existiese esa parte amputada.

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Y se derrumbó en la primera pregunta que se le hizo en los mismos vestuarios de DiarioPalentino, La 7 de CyLTV y La 8 Palencia, cuando recordaba los malos momentos que ha pasado. «Pensé que no iba a llegar nunca este día, que era imposible, pero aquí estamos, rodeados de las personas que más quiero y que tanto me han ayudado. Estoy más nervioso que cuando pité mi primer partido. Es el partido más importante de mi vida», comentó, antes de romper a llorar y contagiarnos de emoción a todos. Incluso a los que vivimos ese duro momento en la sala de rehabilitación donde acudía días después de perder el brazo. David ha sacado una fuerza interior enorme. Y le ha acompañado una frase, un eslogan, que ha hecho suyo: «Perder para ganar».