Promoparc e Iberpark, a por los parkings disuasorios

Carlos H. Sanz
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La primera empresa ofrece 78.299 euros al año por las 206 plazas del parking de Jardinillos; mientras que la segunda oferta 145.618,04 euros por las 662 de la Estación de Pequeña

Promoparc e Iberpark, a por los parkings disuasorios - Foto: Sara Muniosguren

Las empresas Promoparc Subterráneo Servicios y Estacionamientos Iberpark son las mejores posicionadas para hacerse con los contratos de explotación de los aparcamientos disuasorios de Jardinillos y de la Estación de Pequeña Velocidad. Ellas son las que encabezan las propuestas de adjudicación realizadas por la mesa de contratación, que la semana pasada culminó la apertura de las ofertas. Dornier, que actualmente gestiona el servicio de la ORA en la ciudad, al que estuvieron vinculados ambos estacionamientos, es la segunda clasificada.

Promoparc es una empresa que opera, sobre todo, en Barcelona y Madrid, donde gestiona un total de 29 aparcamientos, aunque también tiene presencia en localidades como Oviedo, Langreo, Getxo, Lleida o Gandía. Su oferta por la gestión durante cuatro años -sin posibilidad de prórroga por otros dos- del aparcamiento de Jardinillos, comprendido entre las estaciones de autobuses y trenes, es de 78.299 euros al año (sin IVA), lo que conforma una oferta económica de 313.196 (sin IVA) para todo el período.

Cabe recordar que este aparcamiento comprende un total de 206 plazas e incluye 10 espacios reservados para Adif y la parte para el depósito de vehículos abandonados o retirados por la grúa, que son otras 24 plazas.

 En cuanto a Estacionamientos Iberpark, actualmente gestionamos más de 20.000 plazas en 30 centros de trabajo, tanto en aparcamientos públicos y privados, como servicios de gestión de estacionamiento en vía pública (ORA). De hecho, gestiona la zona azul de Punta Umbría, Isla Cristina y Santillana del Mar; aparcamientos públicos de Puertos de Andalucía, varios hospitales o el disuarorio de Colmenar Viejo; y los privados de las cadenas hoteleras Barceló y NH, entre otros. 

Su oferta por la gestión del aparcamiento de la Estación de Pequeña asciende a 145.618,04 euros (sin IVA) al año, también durante un plazo de cuatro años, lo que suponen 582.472,16 euros durante todo el período, según consta en la oferta que se conoció la semana pasada en la mesa de contratación. Tras la ampliación que se llevó a cabo el año pasado, este estacionamiento tiene un total de 662 plazas de aparcamiento, por lo que es el más grande de los dos que ha sacado a explotación pública el Consistorio. 

Precios. Cabe recordar que hasta ahora el precio de estacionar en cualquiera de las 868 plazas es de un euro por las mañanas y 1,5 euros durante todo el día. Sin embargo, esta situación cambiará una vez que se adjudique la explotación de estos aparcamientos. 

El Ayuntamiento rentabilizará estos dos estacionamientos con una nueva estructura tarifaria en función del horario. Así, los días de diario, de 7,30 a 20,30 horas, estacionar tendrá un coste de 0,20 euros la hora, y fuera de ese horario, de 0,05 euros. Si se echan cuentas, el día completo sale por 3,15 euros. Por lo tanto, en horario comercial pasa de 1,5 a 2,6 euros; y dejar a dormir el vehículo en el parking ya no será gratis y tendrá un coste de 0,55 euros.

Los sábados por la mañana, de 7,30 a 14,30 horas, también costará 0,20 euros la hora, 1,4 euros todo el período, mientras que el resto del día se cobrarán 0,05 euros. Así, aparcar todo el sábado costará 2,25 euros. 

Y, por último, los domingos y festivos, que ahora mismo son gratis, pasarán a costar 0,05 euros la hora, es decir, 1,2 euros todo el día. Precios todos ellos muy asequibles si se tiene en cuenta cuánto vale aparcar en otros parkings de la capital.

Estas tarifas se aplicarán a turismos, motocicletas y furgonetas. Sin embargo, para los autobuses su precio será otro, el de 6 euros cada vez que accedan al aparcamiento. 

app y bicicletas. La empresa que esté interesada en la gestión de esos dos aparcamientos también deberá cumplir con dos condiciones que van más allá del control puro y duro de los vehículos que aparcarán en ellos.

El primero es la instalación y puesta en marcha en un plazo máximo de dos meses de una aplicación para móviles que permita la optimización del espacio viario regulado, al informar al usuario sobre la localización de plazas libres en el aparcamiento disuasorio y facilitarle el pago.

La otra condición que se pone a las empresas es el suministro, instalación y mantenimiento y gestión de un aparcamiento inteligente de bicicletas en cada una de las zonas de estacionamiento. Deberán ser sistemas modulares similares a los que ya hay en la plaza de San Pablo, por ejemplo, y con una capacidad para 14 bicicletas como mínimo. Deberán funcionar con una app.