Una aplicación permitirá al visitante interpretar un tapiz

DP
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La Real Fábrica de Tapices, que ha limpiado la serie La Salve que puede verse en 'Renacer' y restaurado uno de los textiles, dona la herramienta

Manuel Herrero y Alejandro Klecker presentaron los trabajos de limpieza y restauración de los tapices - Foto: Óscar Navarro

El director de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker de Elizalde, que ayer se desplazó a Palencia para explicar los trabajos llevados a cabo en las cuatro piezas que componen la serie La Salve y que se exhiben en el marco de la exposición Renacer, anunció que la institución «donará a la catedral una aplicación que permitirá al visitante, en especial a los más jóvenes, interpretar un tapiz».

Las labores de reparación y limpieza fueron llevadas a cabo el pasado mes de enero por profesionales de la Real Fábrica de Tapices, una entidad de prestigio internacional en la confección y restauración de tapices de forma totalmente artesana. Fundada por Felipe V en 1715, cuenta con una trayectoria de más de 300 años en la restauración de alfombras, tapices y reposteros.

El tapiz Salve Regina ha sido sometido a un proceso de limpieza mecánica y a la restauración -trabajos que han exigido unas 3.000 horas-, cumpliendo los principios de reversibilidad, preservación del original y de las reintegraciones y retejidos antiguos, sin incurrir en falso histórico, posibilitando su lectura actual y preservando la unidad de la obra. Los otros tres tapices que componen la serie, A ti aclamamos, Ea, pues abogada nuestra y Jesús Bendito se han limpiado y adecuado para su montaje en la exposición con el cosido de relés y de forros y la dotación de un sistema de velcros.

A principios del siglo XVI, el obispo Juan Rodríguez de Fonseca patrocinó el encargo de estos cuatro tapices, que fueron concebidos para el nuevo trascoro de la catedral, un espacio que reservó para la exaltación del linaje de los Fonseca (los paños presentan su escudo en cada uno de sus ángulos). 

El obispo, Manuel Herrero, alabó el «buen trabajo»  realizado en estos tapices, que «son muy importantes; constituyen una joya, de toda  la iglesia palentina». Señaló, asimismo, que la seo atesora cuatro más en la sala capitular y en la capilla mayor otros tantos. «Queremos que puedan ser limpiados y restaurados porque con el paso del tiempo van perdiendo viveza. Queremos que estén en plena forma y se puedan admirar, nosotros y las generaciones futuras», afirmó.

Alejandro Klecker, que agradeció  la confianza depositada en la Real Fábrica de Tapices para la limpieza y restauración de los tapices, explicó que «son españoles porque Flandes en aquella época era tan territorio español como Sevilla o Burgos, y se ve en la marca BB que es la orden que da Carlos V en 1528 de que todos los tapices de la Corona de España vayan así marcados:  Bruselas-Brabante». 

El tapiz, tal y como contó  Klecker, «se fabrica por el reverso, no de frente, y tumbado en sentido contrario como se ve normalmente». Así, para realizar cada una de estas piezas, en manos de cinco personas pudo tardarse alrededor de cuatro años (un metros cuadrado exige entre 11 y 13 meses). «Es realmente difícil, más con un instrumento como la canilla de madera, donde se anuda el textil y que hay que hacer cuatro pasadas», manifestó Klecker, que incidió en que hay que fijarse en las caras y las manos para ver si es obra de buen maestro licero. «Estos son de calidad extraordinaria», aseveró. 

El comisario de Renacer,  José Luis Calvo, quien afirmó que la catedral palentina es «una de las grandes de Europa, y los tapices de La Salve así lo confirman», explicó que el desembolso para los trabajos ejecutados asciende a 60.000 euros (pagados por la Fundación VII Centenario con la colaboración de la Fundación Siglo de la Junta de Castilla y León).

La Salve, que ahora se exhibe en el lugar para donde fue concebida la serie, será objeto de exposición en un espacio por determinar, si bien puntualmente podrá admirarse en el trascoro, según se expuso ayer.