Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Virus

24/05/2022

Hubo un tiempo en el que la palabra «virus» solo se asociaba a enfermedades más o menos graves. A los niños de entonces nos costaba mucho trabajo diferenciar entre virus, bacterias y otros gérmenes malignos. Lo simplificábamos: «Lolo no viene a jugar porque tiene una herida con pus»; «Chusín está con fiebre»; «Juli tiene el pecho agarrado y tose cada poco». Nadie, ni en casa, hablaba de virus. No se conocían. Después, años más tarde, llegaron los virus informáticos, que, en el lenguaje corriente, se impusieron a los anteriores. Todo el mundo sabía lo que pasaba a su ordenador: «Le ha entrado un virus». Yo nunca supe por donde entraban, pero los tuve. Y gordos. Ahora, en Castilla y León, se ha puesto de moda otro virus, éste más específico, para iniciados. Se trata del virus del comunismo, según dijo en las Cortes el nuevo consejero de Industria, Comercio y Turismo, propuesto para tal cargo por Vox. Mariano Veganzones aseguró que la entrada de su partido en la Junta servirá para combatir «el virus del comunismo» (se ve que está muy extendido en esta tierra) y el «globalismo buenista» (aquí ya no sé qué pensar). Parece que va a dedicar a este empeño sus principales esfuerzos. Se intuye, porque don Mariano dedicó más frases y tiempo a arremeter contra el citado germen que a exponer su programa, es decir a explicar en qué se va a notar su mano en la evolución de la industria, el comercio y el empleo en nuestra comunidad. O, al menos, eso fue lo que destacaron los informadores que siguieron su comparecencia. Así que el señor Veganzones, ex alto cargo en la consejería que ahora dirige, aspira a convertirse en paladín de la lucha contra el virus comunista, en uno de los adalides de la derrota de Pedro Sánchez y de la muerte del socialcomunismo bolivariano. Lo de mejorar la industria, el comercio y el empleo aquí lo dejará para más adelante, para cuando arregle las cuentas con sindicatos y patronal a los que lanzó unas pullas muy significativas. Tiembla el diálogo social, pero eso es lo de menos. Lo vital es acabar con el virus comunista en una tierra en la que, como bien se sabe, siempre han mandado los rojos.