La ejecución hipotecaria sigue siendo una realidad en España. Sin embargo, si un ciudadano se ve en una situación similar, que sepa que no está todo perdido. Y, si no, que se lo pregunte a una familia del Cerrato palentino que lleva la friolera de 18 años luchando para evitar un desahucio hipotecario lanzado por una entidad bancaria y que, tras distintas vicisitudes judiciales, ha visto cómo el juzgado de primera instancia número 1 de Palencia ha decidido finalmente que todo el proceso se retrotraiga al inicio. «Este caso probablemente tiene toda la pinta de que no acabará hasta dentro de varios años más», asegura a Diario Palentino Trinidad Infante, el abogado que defiende los intereses de la familia en cuestión.

Todo comenzó en 2003 cuando la entidad bancaria con la que la familia había suscrito el contrato hipotecario de su vivienda decidió presentar una demanda de ejecución por impago de las correspondiente cuotas, con el objetivo de buscar una sentencia de desalojo de los ocupantes de la misma.

A partir de aquí, su defensa legal comenzó a realizar distintas actuaciones profesionales para evitar dicha ejecución hipotecaria y, por lo tanto, el desahucio, actuaciones que han perdurado hasta este mismo año, es decir, 18 años después de iniciarse todo el embrollo judicial. Trinidad Infante, en una de sus múltiples actuaciones, decidió interponer un incidente de oposición apelando a la disposición tercera de la Ley 5/2019. Han sido muchos los vaivenes judiciales experimentados en torno a los contratos hipotecarios, que ahora parecen otorgar a los deudores una última oportunidad para oponerse a la ejecución de su hipoteca. Cuando entró en vigor la Ley 1/2013 existían esas cláusulas abusivas que, con la irrupción de la disposición transitoria 3ª de la Ley 5/2019, les ofrece un incidente extraordinario de oposición. En síntesis, los juzgados se enfrentan al reto de dar solución a las ejecuciones hipotecarias que no hayan finalizado por la entrega de la posesión o el lanzamiento, con el objetivo de conocer exactamente si las cláusulas abusivas han sido controladas o no. 

Según explicó el abogado de la familia a este periódico, supuestamente el contrato hipotecario suscrito por la familia con la entidad bancaria contiene cláusulas abusivas, por lo que, a su juicio, no tendría que haberse ejecutado el lanzamiento y por eso se pide su nulidad.  Con todo, el juzgado ha dictado ahora que todo el proceso se vuelva a analizar con todos los flecos y, por lo tanto, es de suponer que la solución se dilatará en el tiempo. Para más inri, al parecer, la entidad bancaria decidió registrar la vivienda a su nombre en el registro de la propiedad y en estos 18 años transcurridos la propiedad en cuestión- la familia sigue viviendo en ella- y otros lotes ha pasado a manos de hasta tres fondos buitre,