Un año y medio muy duro para poder volver a la normalidad y recuperar el pulso económico perdido con las sucesivas restricciones sanitarias que han dejado bajo mínimos numerosos negocios. Ese es el resumen que hacen de forma unánime los hosteleros -especialmente el ocio nocturno-, el comercio, los cines y los promotores de actividades culturales. La rebaja del nivel de alerta, propiciada por la disminución de las cifras hospitalarias y de contagios por Covid-19 decayó ayer los límites en los aforos de los comercios, bares y restaurantes, recintos deportivos y culturales. Esta reducción de las medidas se hace efectiva en todos estos espacios donde se pueda mantener la distancia de seguridad, pero se mantendrá la obligatoriedad de llevar la mascarilla en los interiores.

«Ya era hora de que la Junta tomara esta decisión y, por supuesto, es acertada pero también un poco tardía», considera Jorge Luis de Miguel, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería (AEHP), que aglutina a unos 150 integrantes entre bares, restaurantes y locales de ocio nocturno en la capital y provincia.

En los locales pequeños y terrazas sin acondicionar para el mal tiempo, el consumo en barra y el aforo total supone devolverles la vida. «Cuando se relajan las medidas restrictivas la gente tiene más confianza en todos los ámbitos. Si alguien tenía dudas a la hora de acceder a recintos públicos cerrados por falta de seguridad, ahora se le van despejando y todos recuperamos nuestra vida normal. Puede haber reticencias entre personas mayores que padecen patologías pero la clientela habitual se va ir recuperando junto a la facturación de los negocios en general y, sobre todo, el ocio nocturno, después de un cierre casi continuo», expuso.

Luis Fernando Tejerina, presidente de la Federación del Comercio de Palencia (Fecopa), integrada en la patronal CEOE Empresas de Palencia, es de la misma opinión. «Se trata de volver a la vida normal, esa es la situación real. Las vacunas han sido algo primordial y ojalá bajen más los contagios y la mortalidad y se recupere el ritmo de consumo. La gente por lo menos puede entrar, ver y fisgar el género que muestran los comercios. De cara al invierno, el textil y calzado, que son más de temporada, lo pueden notar para bien. Inicialmente, cualquier paso que se dé hacia la normalidad es positivo y a ver si de una vez por todas se acaba con esta mierda de virus», señala.

La Asociación Palentina de Empresarios de Actividad Física, que reúne al colectivo de gimnasios, está de enhorabuena tras 18 meses tratando de sobrevivir con medidas muy restrictivas. Su portavoz, Aurora Miguel, ve por fin luz al final del túnel. «Hemos tenido un 50% de aforo y en las últimas semanas un 85% y estar al 100% es una gran alegría. Esperamos que nuestros ingresos aumenten hasta  un 80% sobre lo que se obtenía antes de la pandemia. Aún teniendo salas grandes en los gimnasios, el número de alumnos y monitores autorizado se bajó mucho y se permitió, por ejemplo en los colegios, muchos más niños en un aula. Nos dejaron abrir en verano y se nos perjudicó en invierno cuando es temporada alta, sin tener en cuenta que el hacer ejercicio es salud física y mental y que ofrecemos seguridad en nuestros locales», lamentó.

Por su parte, el gerente de Cines Palencia, Javier Margareto, que gestiona diez salas en dos edificios distintos de la capital y el Teatro Ortega, donde se celebran espectáculos teatrales y musicales, mostró optimismo de cara a la recuperación del sector. «Vamos a seguir manteniendo una butaca de separación a ambos lados de cada entrada adquirida para que la gente esté más cómoda y se sienta más segura. El tiempo acompaña menos en invierno y vamos a abrir este viernes las salas del Ortega convencidos de que la gente va a volver al cine. Además, esta semana se estrenan las últimas películas de Clint Eastwood e Icíar Bollaín y la siguiente llega otra película de  la saga James Bond. Con más salas abiertas podremos ofrecer una mayor programación y variedad», concreta.

Los ingresos por la proyección de películas y organización de eventos culturales y musicales masivos suponen una acicatea con aforo completo. «Todo ayuda ya que, si en el caso del cine era clave que nos dejaran vender palomitas cuando cayeron los espectadores, poder tener el 100% de aforo es importantísimo.  De esat forma, se podrán programar los espectáculos que antes no venían  a Palencia al no obtenesrse rentabilidad económica, dado que vender en nuestro caso 200 butacas menos lo complicaba todo», concluye.