La loca 'caza' del 'youtuber' Nil Ojeda

Carlos H. Sanz
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El creador de contenidos, con más de 400.000 seguidores en Youtube, grabó un directo en la capital asediado por sus jóvenes fans

La loca ‘caza’ del ‘youtuber’ Nil Ojeda

Fue en la madrugada del lunes al martes cuando a través de Twitter, Nil Ojeda, un creador de contenido con 400.000 seguidores solo en Youtube, anunció su intención de visitar Palencia: «Mañana [por el martes] quiero hacer directo en Palencia pero no sé si existe de verdad, ¿alguien de ahí me puede confirmar?». 

Dicho y hecho, el youtuber se desplazó hasta la capital con otro creador de contenido, Misho, y nada más pisarla comenzaron a acercársele jóvenes con la intención de saludarle y, de paso, salir en la emisión en directo que lanzó a través de Twitch. El plan era sencillo: descubrir qué de interesante tiene Palencia, probar la tortilla de La Encina y, por recomendación, las patatas bravas de La Mejillonera.

No era mal plan y a la calle Los Soldados dirigieron sus pasos desde el barrio de Pan y Guindas. Durante el camino, decenas de jóvenes le saludaron y le pidieron hacerse una foto juntos. A nadie puso ni un pero y aceptó todas las peticiones. La mala suerte hizo que se encontraran La Mejillonera cerrada, así que Nil Ojeda y Misho encaminaron sus pasos hacia la calle Mayor. Poco a poco empezaron a perseguirles -textual- más y más jóvenes. Un joven le regaló unos pantalones cortos del Club de Fútbol San Antonio -antes había pedido unos porque tenía calor- y el youtuber y su séquito se dirigieron hacia Jardinillos. Dos jóvenes se ofrecieron a llevarles al McDonalds en coche. «Llevadnos donde podamos comer traquilos», les pidieron a los conductores. 

La elección, El Basi, junto a la Balastera, pero a los pocos minutos de aparcar, en seguida se formó otro grupo. De nuevo, el ritual: saludo, foto, saludo, foto... Nil Ojeda y Misho entraron en el restaurante con la intención de, por fin, comer. Les dieron mesa y comenzó a crearse una marabunta de jóvenes gritones, algunos sin camiseta, que les interrumpieron cada segundo sin respetar ni dejarles comer tranquilos. Todo ante la mirada atónita de los camareros. «Yo no puedo más», llegaron a repetir.

Tras salir pitando del restaurante, se dirigieron al Cristo. Más jóvenes y un adulto se les acercó y le pidió amablemente «hazte una foto con mi sobrino y no me toques los cojones que vengo de trabajar». Ayer, Nil Ojeda reconoció que esto fue lo único que realmente le molestó de todo el directo en Palencia. Ni una queja ni una mala palabra para los palentinos. Eso sí, reconocía que «es el directo en la calle» más loco que ha hecho en su vida». No le falta razón porque hasta le persiguieron por la autovía.