El calendario laboral del próximo año en Castilla y León sigue dando tumbos a la espera de conocerse cual será el cuadrante final. Tras la fuerte polémica surgida después de que la Consejería de Empleo e Industria se saltase el consenso y decidiera suprimir el festivo del 2 de enero para instaurarlo el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, el departamento que comanda Mariano Veganzones vuelve a cambiar de opinión. Ahora, propone a patronal y sindicatos mantener ambas jornadas como festivas, a costa de eliminar del calendario del próximo año el 24 de abril, fecha a la que se había trasladado la fiesta de Castilla y León, al caer el 23 de abril en domingo.
Una modificación que supone la tercera en menos de dos meses, después de que en un primer momento acordará en el Diálogo Social un calendario de festivos que no incluía el 25 de julio, pero si el 2 de enero y el 24 de abril; para, semanas más tarde desdecirse para suprimir el descanso después de Año Nuevo a costa del día de Santiago Apostol; y una tercera, y por el momento última, manteniendo estos dos pero no el 24 de abril.
«Es una situación kafkiana», denunció ayer el secretario regional de Acción Sindical y Coordinador del Diálogo Social de UGT, Raúl Santa Eufemia, que aseguró que «tras participar en la tercera reunión en tres meses, y sin haber aprobado las actas de las reuniones anteriores, se convoca con carácter extraordinario otra reunión del Consejo Regional de Trabajo en la que nos presentan otra opción diferente».
En un comunicado recogido por Ical, el responsable sindical lamenta que el planteamiento ha sido el «falta de diálogo e imposición unilateral», que a su juicio «responde únicamente a una cuestión ideológica que parte del socio de gobierno del PP», en referencia a Vox, que ostenta la Consejería de Industria y Empleo.
«Esperaremos a que lo eleven al Consejo de Gobierno y que sea el Gobierno de Castilla y León quien nos diga qué quieren hacer con el calendario laboral de 2023», denunció Santa Eufemia, que reconoce desconocer si elEjecutivo regional «va a basarse o no en cuestiones ideológicas que nada tienen que ver con los factores de racionalidad laboral que se han venido aplicando con anterioridad».