Ecosistemas únicos para los amantes de las aves

César Ceinos
-

La Laguna de la Nava es el lugar más destacado de la provincia para observar a estos animales, pero no el único. Eso sí, hay que cuidarlos

Ecosistemas únicos para los amantes de las aves - Foto: Sara Muniosguren

El 2 de febrero, festividad de Las Candelas, es una jornada muy especial para los devotos capitalinos, para los vecinos de Saldaña y su comarca y, también, para los amantes de la naturaleza. Este jueves se conmemora el Día de los Humedales. Así lo decidió la Asamblea General de la ONU, que eligió esa fecha por ser el aniversario de la adopción de la Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional. Este acuerdo se llevó a cabo en Ramsar (Irán) y la ciudad anfitriona ha dado nombre a la lista de humedales más destacados. En el mundo hay más de 2.000 y uno de ellos está en la provincia palentina.

Se trata de la conocida Laguna de la Nava de Fuentes, que entró en este listado en otoño de 2002. A juicio de la ONU, «la sensibilización del público es urgente a escala mundial para revertir la pérdida acelerada de humedales y promover su conservación y restauración». Por esta razón, considera que el día 2 «es el momento ideal para que las personas conozcan más estos ecosistemas de importancia crucial». En este caso, cualquier persona que se acerque hasta el espacio natural situado en Fuentes de Nava puede observar el trabajo de recuperación iniciado en 1990 tras haber sido desecada en el pasado y, en estas fechas, a las aves acuáticas invernantes, como patos y ánsares.

Además, en los observatorios habilitados, aparece una larga lista de especies que moran en esas tierras durante los meses de frío, que son los mejores para admirar la naturaleza en este punto de la provincia porque están las aves reproductoras y la vegetación es más llamativa. Todo un lujo para curiosos y amantes de las aves buscar ejemplares de cormoranes grandes, aguiluchos laguneros, milanos reales, garzas reales o avefrías europeas. Cuando hace más calor, es el turno, entre otras, del aguilucho cenizo, de la golondrina común o de la buscarla unicolor. Otras anidan todo el año, pero hay que saber buscarlas. Para ello, unos buenos prismáticos siempre vienen bien para pasar una entretenida jornada en plena Tierra de Campos.

En la actualidad, dos décadas después de entrar en la lista Ramsar, su estado de conservación es «favorable», según explica el coordinador de desarrollo de proyectos de la Asociación de Naturalistas Palentinos, Fernando Jubete. Eso sí, alerta de «los problemas generales» que tienen este tipo de enclaves. Uno de ellos es la contaminación difusa provocada, principalmente, por los abonos fosfatados que llegan a las lagunas esteparias a través de la actividad agrícola. «Esta laguna, al igual que la de Boada y la de Pedraza, están enclavadas en el medio agrario y es evidente que afecta a los humedales. Contribuye a una carga orgánica mayor y puede redundar en su conservación», manifiesta.

El otro grave problema al que se enfrentan estos lugares naturales es el cambio climático. El aumento global de la temperatura está provocando, entre otras cuestiones, una variación en la tendencia de las aves. Ya no emigran como en el pasado, han acortado sus recorridos. De esta manera, ahorran energía y se evitan peligros como la depredación. «El ánsar común, que hasta hace muy pocos años era el ave más abundante en los humedales durante los meses invernales, ha experimentado un descenso importante de población.  No han desaparecido, pero decide quedarse en latitudes más norteñas porque las condiciones son favorables», añade Jubete antes de explicar que también sucede el caso contrario. «Hay aves que solo había en verano y ahora se quedan aquí. Es el caso de las cigüeñas. Antes, las golondrinas no llegaban hasta bien entrado el mes de marzo. Ahora llegan en la primera semana», subraya.

Por otro lado, desde la Asociación de Naturalistas Palentinos recuerdan que La Nava tiene «un enorme reto» por delante, la recuperación del humedal en su totalidad. «No lo decimos nosotros porque nos apetezca, lo recoge como prioritario el Plan Hidrológico de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD)», explica Jubete tras lamentar que «está perdiendo la oportunidad histórica» de utilizar los fondos europeos Next Generation. «La recuperación de la laguna cambiaría totalmente la situación socioeconómica de Tierra de Campos. No solo hablo de recuperar la laguna interior más importante de España, además conseguiríamos dotar de una serie de oportunidades de generación de empleo único en una comarca muy necesitada de iniciativas empresariales», comenta.

Más allá de la Nava. Jubete explica que existen otros humedales en la provincia a sumar a las lagunas esteparias de La Nava de Fuentes, de Boada y de Pedraza.  Junto al Canal de Castilla existe un grupo de unas ochenta pequeñas lagunas de profundidad media con vegetación helofítica (juncos o carrizos, entre otros). En este caso, la sequía y la acción del hombre (uso ilegal del agua o cultivo de la zona) están provocando un descenso del nivel hídrico que afecta negativamente a la llegada del aguilucho lagunero o la garza imperial. En estos lugares, la mejor opción para ver fauna es en primavera y verano. 

En la zona norte existen cinco grandes embalses (Camporredondo y Compuerto en la cuenca del Carrión y Ruesga,Requejada y Aguilar, en la del Pisuerga) que hacen también de humedales, aunque, como explica el naturalista, «su riqueza para la fauna está sujeta a los usos del hombre». «Si el nivel de agua es bajo, el interés para los animales es mucho menor», manifiesta. En estas zonas, cree conveniente la creación de pequeñas represas en algunas colas del embalse -concretamente las que tienen mucha extensión y poco agua- que facilitarían un hábitat para las aves acuáticas y no interferiría la gestión para el hombre. En estos lugares, se pueden observar aves buceadoras, como porrones o somormujos.

Por último, Jubete hace hincapié en que también son humedales «otros ecosistemas como los lagos de alta montaña o las turberas». Precisamente, estos últimos, de los que hay algunos ejemplos en la zona norte, «son los más interesantes» desde el punto de vista de la flora. «Su conservación es prioritaria según dictan las normas de la Unión Europea», declara.