Rodríguez reivindica el «orgullo» que supone ser palentina

César Ceinos
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La doctora en Ciencias de la Información utiliza su intervención de inicio de fiestas para recordar a figuras importantes de la provincia, como Trinidad Arroyo, Victorio Macho o Juan Manuel Díaz-Caneja

Imelda Rodríguez, entre el alcalde de Palencia, Mario Simón, y la concejala Laura Lombraña - Foto: Sara Muniosguren

Imelda Rodríguez Escanciano es palentina y está orgullosa de serlo. Así lo aseguró ayer ante el público que se acercó hasta el Teatro Principal de la capital para escuchar su pregón literario, que incluyó referencias a figuras importantes de la provincia, como la oftalmóloga Trinidad Arroyo,el escultor Victorio Macho, el pintor JuanManuel Díaz-Caneja o la ingeniera Adelina Álvarez Bartolomé.

«Hoy quiero reivindicar lo que somos, lo que supone ser palentino y lo fundamental que es celebrarlo, muy especialmente en este tipo de fiestas», declaró la periodista y doctora enCiencias de la Información nacida a orillas del Carrión en 1977, que prologó las fiestas patronales en honor a San Antolín en un acto que contó con  las principales autoridades vestidas de gala. Escuchando sus palabras estuvieron, entre otros, el alcalde de Palencia, Mario Simón; la concejala de Festejos, Laura Lombraña, y la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.

Rodríguez Escanciano, además, explicó que «ser palentino es entender la serenidad como forma de afrontar la vida» y destacó que la personalidad de sus gentes «es nuestra mayor riqueza». «En Palencia, desde sus orígenes, ha sobresalido el talento, el liderazgo y la verdad. Por eso, nuestro carácter castellano es reconocido por la solidez de su palabra y por sus hechos», aseveró antes de destacar a importantes de la tierra que destacaron por su valentía, su brillantez y su humanidad. «En esta época en la que parece que los grandes valores, como la lealtad o la honestidad, están en venta, conviene detener la mirada en grandes personalidades palentinas, que no son solo insignes por haber nacido aquí, sino por haber utilizado su audacia para crear y defender la esperanza», manifestó. 

Por esta razón, citó al arquitecto Jerónimo Arroyo, al navegante Gabriel de Castilla, al religioso Nicolás Castellanos y a los artistas José Casado del Alisal y Pedro Mozos. También habló, por citar algún ejemplo más, de la infanta Blanca de Castilla y recordó que «Palencia tiene importantes mujeres de valor, pioneras, intelectuales, científicas y artistas que pusieron de manifiesto un exquisito talento y una portentosa sensibilidad hacia el bien común». A todos ellos y al resto de las figuras de la provincia que no nombró los definió como «palentinos de conciencia».«Son nuestra bandera por su innovación, por su compasión y por sus hechos», comentó la que fuera rectora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid entre 2014 y 2020.

Los grandes próceres palentinos  y algunos momentos históricos, lugares y costumbres de Palencia fueron la base sobre la que explicó su teoría de la autenticidad, que, a su juicio, es «la viga maestra de los líderes de esta nueva era» y el tema de su último libro Imagen Política. Modelo y método, que presentó recientemente en el Casino.

Rodríguez Escanciano, que dio las gracias al Ayuntamiento por el «privilegio inolvidable» de ser la protagonista durante la jornada de ayer, dedicó el pregón a la memoria de su hermana Carmen,«orgullosa palentina» y religiosa perteneciente a la congregación de las Hijas de Santa María de la Providencia. De hecho, reveló que fue ella la que le legó su lema de vida:«Cuando una persona tiene un fuerte deseo de hacer el bien, rompe todas las barreras».

Recordando del consejo de su hermana, la pregonera reclamó «lo que hoy necesitamos»: líderes en los ámbitos políticos y gubernamentales capaces «de crear prosperidad», «de estar a la altura de nuestros sueños y nuestro dolor» y «de trabajar en lo correcto viendo el mundo desde los ojos de los demás».  Eso sí, dejó claro que las personas que aspiren a encabezar la sociedad no podrán hacerlo sin entre sus cualidades no tienen la bondad, «un rasgo esencial que ha ido pasando de generación en generación y que define la identidad palentina de tantas familias anónimas de esta tierra». Bajo su punto de vista, «la bondad es el máximo rasgo de liderazgo en esta época. Sostiene la autenticidad. Y, sin esta autenticidad, no podemos hacer nada. Es el valor exclusivo de los grandes hombres y mujeres de nuestro tiempo», insistió.

VANGUARDIA Y NOBLEZA. La doctora ensalzó la belleza de su tierra natal e hizo hincapié su «carácter vanguardista» en el ámbito educativo. «Palencia fue y es tierra de sabiduría, de enseñanza de un humanismo que nos protege frente a la ignorancia». Asimismo, tuvo tiempo para rememorar recuerdos y experiencias personales en una tierra «que huele a nobleza porque aquí y más allá de Tierra de Campos siempre han existido personas de bien, de esas que duermen con la conciencia plena».

Antes de despedirse, recordó que «las personas de Palencia son su principal baluarte» y animó a todo el público a «levantar» la cabeza.«Palencia está hecha de trascendencia porque aquí reside la hidalguía y la nobleza, que es la forma más robusta de amor.Y los que aman siempre terminan por vencer», aseguró.

Por su parte, el alcalde agradeció sus palabras a la doctora «por el orgullo de pertenencia que acabas de mostrar», «por tus excelentes dotes de comunicadora» y «por ofrecernos un pregón que sale del corazón de una palentina».