Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Colapso

24/05/2022

Necesitamos momentos de reposo, tanto para enmendar entornos como para descansar y poder salir de este vacío estresante. Lo importante es reencontrarse, tener tiempo para reflexionar, antes de que la desesperación nos ahogue y no podamos detenernos para respirar hondo en la vida. Hay que volver a ese estado natural, que es lo que nos dona una paz interior, y nos hace ver a la existencia con otros ojos más poéticos que poderosos. El poder por el poder todo lo corrompe, hasta nuestra misma casa terrenal. Hemos de frenar cualquier superioridad antes de que, el reino de los pedestales, nos dejen sin camino de búsquedas y hallazgos. El método vivencial consiste en hacer camino, no en deshacerlo por el ordeno y mando. Esta movilización debe dar continuidad al estado armónico, que es lo que verdaderamente aminora las tensiones, las explosiones de rabia y el aumento de hechos violentos. 
Ante este cúmulo de realidades crueles, asociadas a los traumas y al estrés emocional por las trágicas experiencias vividas, a veces se suman otros riesgos de contiendas inútiles, de explotaciones inhumanas, que nos dejan sin aliento. En ocasiones, el agotamiento es tan fuerte que más que alimentos se requiere de alguien con quien hablar, que entienda de necesidades íntegras e integradoras, para poder sentirse acompañado. Hoy más que nunca, hace falta animar a todo aquel que está destruido internamente, para que pueda recuperar la confianza en sí mismo y tomar una actitud abierta y positiva para poder hacer tronco y reconstruirnos como linaje, en un planeta que es de todos y de nadie en particular. 
Sabemos que la pandemia de Covid -19 ha disparado la depresión y la ansiedad, con el consabido estrés de debilidad y con un alto riesgo de conductas suicidas. Deberíamos saber ya, que todo está en relación, por lo que no tiene sentido encerrarnos en nosotros mismos, sin cultivar el espíritu solidario, que implica respeto mutuo y conjunción de fuerzas. Con estos sentimientos, dejaremos de estar adormecidos y la resignación no cabrá en nuestra lucha diaria, al observar que unidos y no revueltos es como se superan los peligros y se endulzan los sufrimientos.