El parque del Salón acogió el fin de semana la ya tradicional concentración de coches clásicos de los sanantolines. Desde las 9 horas, ambos días, los vehículos estuvieron expuestos en el parque. Posteriormente, en torno a las 13, 30 horas, desfilaron por las principales calles de la ciudad haciendo sonar las bocinas y mostrando sus brillantes carrocerías. Para poder participar, las normas decían que debía tener más de 25 años y contar con casi la totalidad de las piezas originales. Con un aspecto impoluto, los camiones y coches atrajeron a un gran número de aficionados.

Participantes. Alrededor de 200 motores llegaron a la ciudad para la concentración, organizada un año más por el Club 600 de Palencia y Amigos de los clásicos. Entre los modelos  expuestos se pudo ver «un mayor surtido que otros años», explicó Ricardo García, presidente del club. Un claro ejemplo de ello fue la cantidad de camiones que acudieron a las inmediaciones de la explanada del Salón. En total, nueve vehículos de carga pesada participaron en la concentración , algo «poco habitual», confesó. 

Entre ellos, destacó un Avia 4000 de la autoescuela San Cristóbal de León. El dueño, Ángel Suárez, lo adquirió hace unos treinta y cinco años y, tras haberlo restaurado, ha comenzado a llevarlo por las diferentes concentraciones de sus alrededores. «Primero compramos la autoescuela y, posteriormente, encontramos este camión en un desguace de casualidad», contó el propietario.  Así, el vehículo mostraba dos volantes y dos juegos de pedales, siendo todas las piezas originales e incluyendo el piloto que avisaba al examinador en caso de que el profesor presionara el freno durante el test de conducción. 

La concentración mostró un mayor surtido de modelos en comparación con años anteriores - Foto: Sara MuniosgurenOtro de los vehículos que más destacó en la exposición fue un Ford T verde y negro del año 1927. La fabricación de estos coches comenzó en 1909 y concluyó en 1929 en Estados Unidos. En total se hicieron 15.500.000, «el único que le ha ganado en unidades es el escarabajo», destacó su dueño. Para adquirirlo en la península, el interesado debía acudir a Sevilla o Barcelona, donde llegaban las piezas para su posterior montaje. Así, este vehículo con ruedas de madera mantiene todas las piezas originales ya que, «a día de hoy siguen fabricándose», explicó. A nivel de velocidad, destacar que este coche llega todavía hasta los 70 kilómetros por hora. 

Convocatoria. Durante todo el fin de semana llegaron a la ciudad motores «desde unas nueve ciudades del país», explicó el presidente.