«La gente no ha perdido su afición por el cine»

Ismael Martín
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Después de una exitosa edición de OMY al aire libre y de teatro en los sanantolines, los cines de la capital afrontan su época del año más fuerte con la que esperan recuperar una asistencia que es todavía un 30% inferior a la de 2019

«La gente no ha perdido su afición por el cine» - Foto: Óscar Navarro

Trabajo, ilusión y mucha pasión. Esas son las tres claves de Javier Margareto (Palencia,1979), propietario de Multicines Avenida y de Cines y Teatro Ortega de la capital. Tras dos años en los que la asistencia a los cines se redujo mucho, poco a poco las salas vuelven a la normalidad, aunque la recuperación no está siendo sencilla. Como asegura Margareto, quien cogió las riendas del negocio de su padre en 2009, «la pandemia cambió los hábitos de la gente y cuesta recuperarlos. Además, los altos costes de la inflación también repercuten a todos los niveles». 

Desde la organización valoran de forma muy satisfactoria unas citas imprescindibles ya en la ciudad, como son los eventos OMY, que este verano han alcanzado su tercera edición, y la programación especial con motivo de los sanantolines, que ha tenido muy buena acogida entre el público palentino. Margareto ya se prepara para la nueva temporada, que afronta con las mismas ganas de siempre y con una vuelta a la normalidad en lo que a la programación de los cines se refiere.  

La llegada de la pandemia afectó a muchos sectores. ¿Cómo se han sufrido estos dos años en la industria del cine y del espectáculo?

Se ha sufrido muchísimo, una barbaridad. Al tratarse de un recinto cerrado, la pandemia afectó directamente a la asistencia a los cines bajando un 90%, algo totalmente inasumible, imposible de mantener y un desastre para nosotros. En 2021 fue un poco mejor al bajar en torno a un 40% y este año estaremos en un 30% menos de los números normales previos a la pandemia. Todavía nos está costando, pero poco a poco la gente va volviendo a los cines. 

Ahora que se está recuperando poco a poco la normalidad, ¿cómo esta siendo la vuelta a las salas?

Está siendo poco a poco. Sí es verdad que dependemos mucho de los estrenos de cine porque todo se estrena a nivel mundial. Nosotros nos estábamos recuperando, pero en Estados Unidos no. Si no se estrenaban allí las películas tampoco se estrenaban aquí. Ahora mismo parece que ya hay un poco más de normalidad, vienen estrenos importantes como Avatar en navidades, el 14 de diciembre. Si las cosas no estuviesen bien no se estrenaría. Lo que pasa es que necesitamos que se recupere el hábito de acudir a los cines semanalmente con una normalidad que esperamos que a partir de este mes se empiece a lograr. 

¿Por qué situación pasa actualmente el sector?

El sector vive un poco de incertidumbre, pero también es verdad que con ilusión, como siempre hemos tenido. Es un negocio muy bonito. Que las cifras vayan mejorando siempre es bueno, aunque pensábamos que la recuperación iba a ser más rápida. Sí es verdad que también están las plataformas digitales, la gente tenemos muchas ganas de viajar, de salir y de disfrutar, como se ha visto en las fiestas de San Antolín, y de estar de vacaciones. Necesitamos que haya un poco de normalidad, de vida más pausada. Ahí es donde pensamos que empezaremos a subir más las cifras. El cine ha tenido muchas crisis y ha logrado salir de todas, esperemos que en esta ocasión ocurra lo mismo.  

Centrándonos en los cines que regenta en la capital, ¿en qué momento se encuentran?

Las salas están renovadas, preparadas, con los últimos avances de sonido, proyección, calidad de butacas. Nosotros hicimos ya los deberes. Ahora estamos en un momento de espera y también estudiando las fórmulas para poder atraer un poco más a la gente y que vuelva a coger la costumbre de venir al cine. También cuando haga frío apetecerá estar más en un recinto cerrado y ese es nuestro momento. Es como decir cuando sale el suplente o el titular que ha estado lesionado.  

La inflación es un factor a destacar. ¿Cómo les está afectando?

Todo influye. A nosotros la luz, uno de los gastos más importantes que tenemos fijos mensuales, nos ha incrementado la factura un 50%. Es una barbaridad. El aceite y el maíz también son más caros, así que fabricar las palomitas es más caro que antes. Lo mismo sucede con el papel de los envases. Pese a que han subido todos los costes, hemos mantenido los precios económicos porque es en lo que hemos trabajado siempre y seguiremos haciéndolo.

¿Qué tipo de películas son las que más atraen al público palentino?

Sobre todo las películas familiares. Y después siempre he dicho que el cine de calidad en Palencia funciona bien. Es cierto que ese cine de calidad suele ir relacionado con gente un poco más mayor y esa gente es la que tiene aún un poco de reparo en meterse en sitios cerrados. También es cierto que en verano no suele haber producto de calidad. La temporada del mejor cine empieza ahora. 

En un momento tan complejo y difícil como el de la pandemia, decidió organizar las sesiones de cine al aire libre. ¿Cómo surgió la idea?

Teníamos una parcela en la que pensábamos que había que hacer algo y podíamos hacer cines en un futuro. Con la pandemia decidimos hacerlo. La verdad es que con OMY estamos muy contentos porque nos gusta mucho, lo pasamos bien todos los que vamos. Poco a poco, porque es un trabajo largo ir atrayendo a la gente en verano, a un espacio al aire libre en el polígono. Creemos que la gente cuando va disfruta y se sorprende. Cada año hacemos más actividades y la gente responde más. 

¿Cuál era el objetivo inicial con el que se creó?

Fue dar más tranquilidad a la gente de Palencia. Así, si una persona quiere ver cine, pero por la situación no puede o no quiere entrar en un espacio cerrado, tiene la opción de hacerlo al aire libre y de disfrutar también de los espectáculos. Logramos dar cultura y ocio, que es en lo que consiste nuestro trabajo. A día de hoy se ha convertido en un complemento a nuestras salas de cine. Nosotros el OMY lo queremos ir encaminando más a eventos sin dejar de lado las proyecciones cinematográficas.

¿Qué ventajas aporta el cine al aire libre?

Ver un espectáculo o una película al aire libre en verano es donde se está más a gusto. Es como si vas de vacaciones a un hotel y no quieres estar dentro de este sino al lado de la piscina. Es también un poco de diversión para la gente que se tiene que quedar en la ciudad por circunstancias. Es un espacio de ocio bastante chulo, interesante y, aparte de tomar algo, también puedes disfrutar de una buena película, un espectáculo o los monólogos.

¿Cómo ha sido la asistencia a los actos desarrollados en esta edición de OMY?

La asistencia ha sido bastante buena con cerca de 10.000 personas. El tiempo ha sido bueno y nos ha ayudado mucho. Sí es verdad que los espectáculos siempre se hacen con un poco más de antelación. Por ejemplo, viene JJ Vaquero y la gente no espera al último día para comprar la entrada y no influye tanto el tiempo. En cambio el cine sí es compra de última hora. 

¿Cuáles han sido los actos que han congregado a mayor número de personas?

Los monólogos del Festival del Humor han sido los más destacados y en especial el de JJ Vaquero con casi 500 asistentes. Un total de 3.500 personas han disfrutado de los diferentes shows los once días en los que se han celebrado. Por otra parte, los dos espectáculos que hemos tenido han cumplido las expectativas, aunque hay que trabajar más en su promoción para atraer más a la gente. Las clases de baile de los miércoles con gimnasio Cronos han sido todo un éxito y creemos que cada año irán a más.

¿Resulta complicado traer a cómicos tan relevantes en el panorama nacional?

Nosotros estamos en el mundo, estamos programando todo el año. Tenemos muy buenas relaciones. No es difícil porque además todos los cómicos hablan muy bien del espacio OMY y de la gente. Lo bueno que tenemos es que las citas son entre semana y es más fácil que los cómicos lo tengan libre. 

¿Qué balance hace de esta tercera edición? 

Muy positivo, aunque no han sido todo éxitos. Pensábamos que el cine iba a funcionar muchísimo más y en cambio los espectáculos igual no iban a tener tanta afluencia de público. Hemos visto que el hábito de ir al cine al aire libre cuesta más. Cuando hemos programado clásicos, Regreso al Futuro o Grease, han funcionado. Entonces estamos pensando en dar una vuelta a eso y poner unos días de cine clásico o los grandes éxitos de la historia para que sea más hacia evento, no un hábito. 

Una vez finalizada la edición de este verano, ¿ya se empieza a trabajar en la del próximo año?

Totalmente. Nos hemos puesto el propósito de que el Festival del Humor sea un referente a nivel nacional. Para que tenga más fuerza, pues si este año hemos tenido once monologuistas, intentar el próximo año ampliar el número, pero sobre todo ir subiendo la calidad. Además, queremos que cada vez vaya más gente y que se hable no solo en Palencia, donde la gente ya conoce totalmente el evento, sino también en Castilla y León y a nivel nacional. 

¿Tiene pensado incorporar algún tipo de novedad?

Estamos cambiando un poco el aspecto de OMY. Antes teníamos sillones de cine. Ahora estamos cambiando todo a mesas de terraza con sillas porque el concepto de OMY no es ver el espectáculo, sino ir a tomar algo, cenar y ya disfrutar del cine o del espectáculo. Además, la idea es ir cubriendo días para que la gente pueda ir a divertirse. Los jueves ya hay conciertos y monólogos, los miércoles están las clases de baile y el fin de semana dedicado al cine. Para los lunes y los martes ya tenemos algunas ideas. 

Tras OMY vino la programación especial en el Teatro Ortega, una cita imprescindible ya entre los espectáculos tradicionales de los sanantolines. ¿Qué balance hace?

En líneas generales los sanantolines han sido muy positivos para todos porque se ha movido mucho la gente. En nuestro caso, la programación ha funcionado muy bien. Creemos que la calidad ha sido buena y que ha gustado. Para nosotros es importante que venga la gente, pero mucho más importante que los espectáculos gusten y que la gente que haya pagado una entrada por ello vea que ha sido un precio justo y que lo ha disfrutado en su plenitud. 

Este año lo afrontábamos con incertidumbre porque el año pasado se hizo una semana cultural, nosotros hicimos programación, pero nos costó mucho atraer a la gente. Así que con los resultados de este año estamos contentos.

Se puede decir entonces que ha tenido muy buena acogida...

Sí, aunque ha habido espectáculos que han tenido más éxito que otros. Han funcionado muy bien El musical de los 80 a los 90, los monólogos de Ángel Martín y de Álex O'Dogherty, así como las dos obras de teatro, tanto El aguafiestas como Un secreto a voces. Sin embargo, la zarzuela ha tenido una asistencia más floja. Puede ser porque coincidió con el día del concierto de Raphael o porque la gente mayor, público objetivo de este género, es la que todavía le cuesta un poco salir. 

¿Cómo ha sido la preparación de esta programación especial?

Hay que reconocer que estamos un poco perjudicados, el mundo teatral en general, a la hora de que las compañías grandes salgan de Madrid. El motivo es que llevamos dos años de pandemia. Los números no son los normales, siempre estamos hablando de que estamos un 30% por debajo de la normalidad tanto en cine como en teatro. Nosotros eso igual no lo miramos tanto, pero las compañías de fuera sí. Entonces a la hora de programar nos cuesta más traer grandes compañías en ciertas ocasiones. Pero nosotros somos una empresa consistente, luchadora y seguro que lo conseguimos como en la línea que estábamos trabajando. 

De cara al próximo año, ¿qué ideas tienen y cuál es el objetivo?

El propósito siempre de San Antolín es que la gente se divierta y traer espectáculos de calidad para que todo el mundo pueda venir al Teatro Ortega. Para los jóvenes la línea puede ser la de los monólogos, para la gente de unos 40 años, un musical, y para los mayores, zarzuela o un ballet. Y para la franja que queda una obra de teatro cómica, de calidad. Otras veces ha habido magia. 

¿Los buenos números de asistencia muestran que la gente mantiene su afición por acudir a los cines y teatros?

Seguro que la afición no se ha perdido ni se perderá. A la gente le encanta ver espectáculos y películas de cine.  Lo que ocurre es que se tiene que habituar otra vez a salir de casa, algo a lo que han podido ayudar los sanantolines y nos puede venir muy bien en adelante. Que la gente se habitúe a salir, ir a cenar, tomar algo o acudir al cine, que es la forma de que la ciudad vaya hacia adelante.

Sí es verdad que hay una parte buena porque a nosotros se nos ha denominado ocio barato. Que el día del espectador disfrutes de dos horas de entretenimiento por 3,90 euros es un chollo. También con ofertas podemos atraer más a la gente. Por ejemplo, ahora en octubre va a haber la fiesta del cine.

¿Cómo se presentan las previsiones  de programación de cara al otoño? 

La línea que vamos a seguir de teatro en el Ortega es idéntica a la de antes de la pandemia: atraer a la gente con buenos espectáculos. Dentro de la programación habrá el Ballet de Kiev, la ópera La Bohème, Joaquín Reyes, Pizpireto (David Puerto), espectáculos infantiles, el festival de jazz  o Terroríficamente Cortos. También traeremos algo más de teatro, que en temporada no suele haber, y casi seguro estará Carlos Latre.

¿Cree que hay suficiente apoyo público al sector?

Apoyo económico no tenemos. Alguna vez lo hemos pedido y hemos tenido muy poco apoyo. Nos gustaría que al igual que se hacen unos sanantolines muy fuertes y se ayuda a todo el mundo, pues que también los que estamos trabajando durante todo el año y no nos quejamos, que también nos pudiesen ayudar de alguna forma.

Ahora que se ha aprobado el bono cultural, ¿considera que sirve para que los jóvenes valoren mucho más propuestas culturales como la cinematográfica?

Creemos que el bono cultural nos puede ayudar bastante. Si a los jóvenes les das dinero para venir al cine, creas un hábito en ellos y, al mismo tiempo, nos ayuda a nosotros. Y creas cultura, que es algo fundamental.   

Aún sigue presente el IVA al 10%. ¿Es necesaria su reducción para estimular la asistencia del público a las salas?

Por supuesto. Es más, en la pandemia se trató, como estábamos tan afectados, que ese IVA cultural fuera cero o una cifra mínima. Ya se luchó en su día por bajar al IVA superreducido del 4% y no se consiguió. Desde las diferentes asociaciones a nivel nacional se sigue luchando por ello.

Asumió la dirección de los cines en 2009. ¿Qué valoración hace de todo este tiempo?

Estoy muy satisfecho porque los cines se han reformado. Una cosa que quería era que los cines se escuchasen bien, se viesen bien, que la gente estuviese cómoda dentro de las posibilidades que tenemos. Creo que se ha conseguido. En el Teatro Ortega se hizo una reforma de las salas durante la pandemia y ahora están muy bien: hemos hecho algún ajuste en el equipo de sonido y de proyección, las hemos puesto en grada con butacones reclinables, así que es un gusto venir al cine. 

Otra de las propuestas que me hice, y considero que se ha conseguido, era que hubiese más espectáculos en el Ortega, no solo en los sanantolines, sino que durante todo el año hubiese una programación estable de espectáculos, teatro, monólogos, etc. Igual empezamos con espectáculos de menos calidad pero a base de un trabajo muy largo, cada vez traemos espectáculos más buenos y la gente responde, que es básico. También hemos ido profesionalizando la empresa en lo que es el marketing y la administración.

¿Por qué la gente debe ir al cine?

Desde hace varios años quiero hacer una campaña de cine en autobuses, al igual que ya estamos haciendo con el teatro. El mensaje que pondría sería que te emociona, te divierte, te hace llorar, te hace estar con tus amigos y con tu familia. Todo eso lo haces en el cine. Las emociones que pasan por la vida de una persona en todo momento, las puedes encontrar en el cine.