Los médicos desaconsejan usar en los niños cremas balsámicas para aliviar la tos y la congestión, ya que aunque pueden producir sensación de frescor y de alivio cuando se aplican en el pecho, en la espalda, en la garganta, o cerca de los orificios nasales, muchos de sus ingredientes podrían estimular la producción de moco e inflamar las vías respiratorias.