Una corriente de aire gélido recorre la Montaña Palentina, y... ya se sabe cuando surgen esas corrientes, lo primero que pasa es que se cierran las puertas de golpe, ¡Plas!, y a continuación se oye como réplica ¡¡ay!!, detrás de una puerta que se cierra con esa fuerza, suelen estar las manos, los dedos, quizás las uñas, eso es lo que ha pasado el viernes trece, en la zona central de la Montaña Palentina, en Cervera del Río Pisuerga, ese accidente está reciente, que aún no sabemos cuántos dedos o uñas nos ha cogido en esta fría mañana de un noviembre pandémico, triste y desolador, no solo de una provincia sin pulso, sino de una capital con arritmias.
Vemos nuevamente cómo se quiere cerrar la Oficina de la Seguridad Social de Cervera, porque se dice que no quieren venir funcionarios, ya que los actuales se jubilan, con todo el derecho del mundo y con todo nuestro agradecimiento, pero como en todas las Administraciones Públicas cuando pasa esto, salen a convocatoria las plazas para proveerlas, ¿ha habido convocatoria, en la Administración?....porque que se jubilaban los actuales es notorio, pero los primeros que son conscientes, es la Seguridad Social, nadie mejor para saber cuándo toca a cada uno, y más…. ¡a los de casa!!!!, pues bien, ha sonado de momento el «ahí te quedas moreno», si esto se hubiera hecho en Aguilar o Guardo, estaríamos hablando de un gran «follón», pero en Cervera, pionera de la Seguridad Social en la provincia, abierta desde enero de 1945, pues no pasa na.
Observamos como esas florituras de la España Rural Vaciada, yo siempre he dicho, con el epíteto de «succionado», ¡ésta a toda máquina¡, unos días es la Sanidad, otros es la merma de efectivos de la Guardia Civil, otras veces son las comunicaciones, como carreteras de desastre, como la A-67 que es un auténtico insulto, o las comarcales C-627 / CL- 615, o el desastre mismo de poder oír la radio analógica en el siglo XXI, o de las zonas de sombra de Internet, ahora que se impone la digitalización por el cogote, o el engaño perpetuo de área del Embalse de Ruesga.
Hay un problema desde la Restauración Democrática, que se ha convertido en endémico: La Montaña Palentina existe pero… nunca se la ha dejado ser un Ente, como lo es el Bierzo, con una mesa única y con un profundo sentido de unión de las tres cabeceras de comarca, hubo un momento quizás en la época de Jesús Mañueco, y también lo intentó el gran político desaparecido prematuramente, Chema Hernández, pero hoy poco, poco, ahí está el «acuerdo del Embalse del Ebro», donde se trocea una vez más esta tierra.
Palencia capital, tan distante y tan lejos ha perdido y sigue perdiendo velocidad centrípeta y aumenta como concepto físico la centrífuga, eso es evidente y se aprecia cada día, El Hospital de la Montaña, que un día pudo ser posible, se truncó, esas peregrinaciones constantes cada día del año hacia la capital, han marcado los últimos cincuenta años, distorsionando el comercio de nuestras villas, mes a mes, año a año, y ahora con el Covid 19 el remate, si Palencia no sabe lo que tiene con la Montaña Palentina, es que la política ha entrado en estado de shock.
Decía ayer en su Manifiesto ante cientos de personas Jorge Ibáñez, alcalde de Cervera, que no somos ni más que nadie, pero nunca menos que los demás, yo añado que alguna vez, en algún momento, habrá que desempolvar el Artículo 130 de nuestra Constitución, y digo desempolvar, porque jamás he visto que la política lo haya cumplido.
Por eso desde la tristeza de años luchando por esta Gran Montaña Palentina, con negocios centenarios, con abolengo, que quizás tocará cerrar, con una hostelería y restauración cuyo prestigio es indudable, complementado con un Románico conservado por nuestros antepasados fieles a su tierra, donde cuidaron el paisaje que tenemos como su propia casa que lo era, hoy nuestra generación quizás tendrá que abandonar.
Por eso desde estas Montañas tan cántabras como castellanas, como decía en un pregón de Ntra. Sra. Antonio Hermoso Junco, palentino ilustre, maestro de juristas, desde aquí digo que esta Oficina no puede CERRARSE, se debe encontrar de inmediato la solución de continuidad, porque de lo contrario, podemos ver cosas peores, y ya las tenemos bien malas.