Sacyl implanta el primer sensor que monitoriza el corazón

SPC
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El Hospital Clínico de Valladolid, pionero en esta tecnología de inteligencia artificial para mejorar la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca

El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de Valladolid, Alberto San Román (d), junto al responsable de la Unidad de Cardiología Intervencionista, Ignacio Amat (i), y el paciente en la presentación de un novedos dispositivo. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

«La insuficiencia cardiaca es un problema de una magnitud extraordinaria. El dos por ciento de los individuos por encima de 70 años la padece, y es la causa más frecuente de hospitalización en pacientes mayores de 65 años. Una vez que ingresan, el nueve por ciento fallece, cuando les podemos dar de alta otro 15 por ciento muere en el año siguiente, y de los que no fallecen el 30 por ciento reingresa en el primer mes. Supone el tres por ciento del gasto sanitario en España y es un problema de salud extraordinario, que conlleva una mortalidad más alta que la mayoría de canceres».

Así resumió el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Alberto San Román, el alcance de la insuficiencia cardiaca en la sociedad, y lo hizo para presentar en público una tecnología que el centro sanitario castellano y leonés ha implantado de forma pionera en España, que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen esta dolencia, a la vez que reducir la presión hospitalaria por ello.

El Hospital Clínico de Valladolid ha sido el primero, junto al Hospital Germans Trías de Badalona, en implantar en un paciente el chip V-LAP de la startup israelí Vectorius, el primer sensor en el corazón del mundo, creado para monitorizar este órgano de forma remota con la máxima seguridad y eficiencia.

Hasta el momento, esta tecnología solo se había probado en algunos pacientes de Israel y Alemania. Los hospitales de Valladolid y Badalona han sido los primeros españoles en implantarla, con sendos pacientes que recibieron el chip hace alrededor de mes y medio. En el caso de Valladolid, el elegido fue un hombre de 78 años, que acompañó a los doctores en la presentación.

Ante preguntas de los medios, el paciente explicó que desde que recibió el implante se encuentra «mejor» y no se cansa tanto al andar como antes. Según comentó, lleva veinte años con insuficiencia cardiaca, desde que sufrió su primer infarto, y apenas podía caminar sin cansarse extremadamente. La intervención fue «bien» y ahora no nota nada. Hasta entonces «solía tener que ingresar en el hospital cada tres o cuatro meses», y ahora acumula alrededor de seis sin precisarlo.

Monitorización.

Gracias a este nuevo sistema, que funciona ininterrumpidamente, las lecturas de presión de la aurícula izquierda se pueden obtener en casa por primera vez. El V-LAP es un microordenador en miniatura, inalámbrico y sin batería, que descansa sobre el tabique interauricular del corazón.

El implante se coloca en un procedimiento estándar de cateterismo mínimamente invasivo. Los datos digitales de alta resolución del corazón se envían de forma segura a la nube, y los pacientes y sus enfermeras pueden monitorizar sus datos con presionar un botón.

Solo con que el paciente se ponga una especie de cinturón tres minutos cada día, Vectorious V-LAP permite a los médicos una solución práctica para la medición diaria de la presión auricular izquierda. Este seguimiento introduce en tiempo real la atención remota de la insuficiencia cardiaca, mediante la cual los cardiólogos pueden proporcionar instrucciones específicas, modificar la dosificación y tomar mejores decisiones, según informa Ical.

Tener acceso a lecturas V-LAP de alta resolución permitirá diagnosticar afecciones cardíacas adicionales. Así, gracias a la inteligencia artificial que utiliza algoritmos de reconocimiento de patrones, se podrán diseñar planes de recuperación óptimos individualizados.