Piscinas bajo vigilancia

Ismael Martín
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La rápida intervención de los socorristas a través de unos protocolos de actuación claros y su adecuada formación son puntos claves ante situaciones de riesgo. Pese a ello, en su día a día no están exentos de algún susto

Piscinas bajo vigilancia - Foto: Juan Mellado

La muerte de un bañista en las piscinas municipales de El Sotillo el pasado domingo conmocionó a la sociedad palentina. Tras el trágico suceso, los socorristas tratan de volver a la normalidad diaria, que no está exenta de situaciones de riesgo. Tienen que estar preparados para una acción inmediata.  

Las principales situaciones de inseguridad que se producen cada verano en estas instalaciones son los rescates del agua por peligro de ahogamiento.  «Lo primero que tenemos que hacer es tirarnos a la piscina, sacar a la persona con cuidado y valorar en la orilla si está consciente o no, así como si respira o no», asegura Andrea García, socorrista este verano en las piscinas municipales de Villalobón. «Si la persona está consciente hay que ponerla en posición de decúbito lateral -acostado de lado- por si tiene vómitos. En el caso de que se encuentre inconsciente, la posición en la que hay que poner al paciente es la de decúbito supino -boca arriba- para poder realizar las maniobras», aclara Ana Tamayo, también socorrista en la localidad del alfoz. 

En el caso de que la persona no respire, «hay que realizar la RCP, una reanimación cardiopulmonar, que consiste en abrir la vía aérea y empezar a hacer las compresiones y las ventilaciones pertinentes hasta que llegue la ambulancia», comenta Tamayo. A la hora de enfrentrarse a este tipo de problemas es fundamental mantener la máxima naturalidad posible teniendo en cuenta que de por sí es una situación de mucho estrés. «Hay que tranquilizar a todo el mundo para que no cunda el pánico. Además, hay que intentar que el bañista en peligro esté alejado de la gente y  no se altere», afirma Tamayo. 

Si es importante un adecuado protocolo, también lo es la formación para afrontar con más seguridad esos momentos en los que se produce una situación muy complicada e inesperada. «Para sacarse el curso de socorrista tienes que hacer una parte teórica y una parte práctica de primeros auxilios. Lo más básico que aprendemos es hacer una RCP», explica García, quien añade que, por suerte, no ha tenido que poner esos conocimientos en práctica por ahora.

Al preguntar sobre cómo prevenir las situaciones de riesgo, García resalta que «se pueden prevenir dando pie a que no ocurran. Por citar algún ejemplo, hay personas que se tiran y no tienen en cuenta el bordillo. Entonces les avisamos de que no lo vuelvan a hacer». 

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