Biodiversidad y agricultura, de la mano

DP
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Más de 3.000 cajas nido para aves rapaces depredadoras de topillos campesinos han sido instaladas por Grefa desde 2019, sobre todo en provincias de Castilla y León como Palencia

Pollos de lechuza en una caja nido instalada en la localidad de Osorno. - Foto: Grefa

El Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat,  Grefa, desarrolla un proyecto de control biológico del topillo campesino en cuyo marco, desde 2009,  se han instalado 3.000 cajas nido para  aves rapaces depredadoras de roedores que causan daños a la agricultura. De esas, 1.800 son objeto de seguimiento anual por parte de los técnicos de la ONG en Castilla y León. 

El cernícalo vulgar, la lechuza común y el mochuelo europeo son las rapaces a las que va destinada la gran mayoría de las cajas nido instaladas por la ONG en Castilla y León. Antaño habituales en los campos, desde mediados del siglo XX estas aves han ido perdiendo sus lugares de nidificación por la simplificación e intensificación agrícolas. Se estima que cada familia de estas especies asentadas en una caja nido puede consumir entre 700 y 900 topillos durante el período reproductor (entre abril y julio).

El proyecto de control biológico del topillo campesino de Grefa se inició hace 14 años con la instalación de 40 cajas nido para rapaces en un pueblo vallisoletano y desde entonces se ha extendido a casi un centenar de municipios de Castilla y León, entre otros los palentinos de Osorno y Boada de Campos,  por citar algunos.

«Nuestro objetivo ha sido aplicar el concepto de soluciones basadas en la naturaleza para restaurar el equilibrio entre depredadores y presas, mediante acciones que favorezcan la presencia de rapaces autóctonas especialistas en la captura de roedores, sobre todo a través de la instalación de cajas nido que facilitan el asentamiento de estas aves en áreas agrícolas afectadas por plagas de topillo», explica Fernando Garcés, secretario general de Grefa.

ÉXITO. Un indicador del éxito del proyecto son los datos de ocupación obtenidos durante la temporada reproductora de 2022 en las cajas nido instaladas por Grefa en Castilla y León: en esos nidales se contabilizaron 762 parejas y 1.788 pollos de cernícalo vulgar, 199 parejas y 498 pollos de lechuza común y 32 parejas y 81 pollos de mochuelo europeo. «Estos resultados son alentadores porque suponen un beneficio directo para el agricultor, además de contribuir a la salud pública ya que las rapaces a las que favorecemos depredan sobre roedores potencialmente dispersores de enfermedades infecciosas», recuerda Garcés.

APOYO. Este proyecto de Grefa recibe en la actualidad el apoyo de dos iniciativas en la misma línea emprendidas a posteriori por las administraciones: el proyecto Gestión Integrada del Topillo Campesino (Gesinttop), a iniciativa del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) y las diputaciones provinciales de Palencia y Valladolid, y el proyecto Trabajos experimentales de control biológico en la Submeseta Norte, de Tragsatec y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Esta línea de trabajo de la ONG responde a tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, así como a la Estrategia Europea de Biodiversidad y la Estrategia de la Granja a la Mesa. Uno de los grandes hitos del proyecto ha sido ver reflejadas sus líneas técnicas de actuación, medidas de conservación agroambiental y bases científicas en el nuevo marco normativo aprobado en Castilla y León en 2019 para la gestión integrada de los riesgos derivados de la presencia de topillo campesino.

«Nuestra presencia continuada en el territorio, el trabajo de campo que realizan nuestros trabajadores y voluntarios, las campañas informativas y divulgativas y la interlocución con los agentes locales confiere a este proyecto un carácter conciliador que ha permitido la colaboración, concordia y apoyo de centenares de profesionales del campo, ayuntamientos, juntas agropecuarias locales y cotos de caza», señala Garcés.

Este años Grefa ha iniciado una campaña informativa del proyecto de control biológico del topillo campesino mediante el fomento de rapaces depredadoras del roedor. El objetivo es crear una red integrada por los municipios donde está implantado el proyecto e informar a los agricultores de las acciones realizadas y resultados obtenidos tras más de doce años en funcionamiento. En la provincia de Palencia se ha contactado con los alcaldes de Villarramiel, Boada, Autillo de Campos y de Capillas.