La plaza de abastos, con los más mayores

A. Benito
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El espacio comercial refuerza la entrega a domicilio para evitar que las personas más vulnerables salgan de casa. Tras el boom de los primeros días, la clientela ha bajado

La plaza de abastos, con los más mayores - Foto: Óscar Navarro

De los 70 puestos que alberga la plaza de abastos, 54 están ocupados en la actualidad. Quienes los regentan han podido comprobar de primera mano cómo la afluencia de gente ha bajado durante estas dos últimas semanas y, en una clara apuesta por proteger a los más mayores, han lanzado una campaña para reforzar la entrega a domicilio.


Así lo explica el actual presidente del mercado municipal, Jesús Ramos. «El viernes se empezó a pasar un anuncio en La 8 de Rtvcyl. El envío es totalmente gratuito y el objetivo es evitar que las personas mayores, las más vulnerables ante esta crisis, salgan de casa innecesariamente», indica al tiempo que reconoce que muchos de sus clientes tienen más de 65 años. Así, y aunque ya hay muchas personas que aprovechan su momento de ir a la compra para hacer también la de sus familiares, los comerciantes de la plaza de abastos quieren ponérselo más fácil a sus clientes de edad avanzada y contribuir al #YoMeQuedoEnCasa.


«Nuestra intención es prestar este servicio de la mejor forma posible. Para eso, vamos a tener que hacer el esfuerzo de comunicarnos y coordinarnos entre nosotros con la finalidad de aprovechar mejor los viajes», explica Julián Castrillejo, dueño de una carnicería en la plaza de abastos. Este también asegura que no existe ningún problema de abastecimiento y que por lo que él puede apreciar, la gente está respetando el confinamiento. «Cuando salen de casa, los clientes tratan de estar por la calle el menor tiempo posible», manifiesta.


De hecho, tanto Castrillejo como Ramos reconocen que son muchas las personas que llaman por teléfono para hacer su pedido y acercarse hasta la plaza de abastos únicamente para recogerlo. «Antes ya se hacía, pero estas últimas semanas hemos notado un incremento de esta práctica», explican ambos al tiempo que recuerdan que, como el resto de espacios comerciales, la céntrica plaza palentina ha tomado medidas de seguridad para evitar la propagación del virus, como cerrar dos de las cuatro puertas de acceso para controlar mejor el aforo, marcar la distancia de seguridad y desinfectar a conciencia las instalaciones.


El actual presidente expresa, además, que, tras el boom de los primeros días, momento que la gente aprovechó para hacer acopio de alimentos, la segunda semana sí que se ha producido cierta bajada en la clientela. «Se nota que la gente tiene miedo y que algunos prefieren comprar en la tienda de barrio», manifiesta.


Finalmente, los comerciantes señalan que, aunque no han hecho cálculos de cuánto puede estar afectando esta situación a sus bolsillos, no cabe duda de que mientras dure el confinamiento las venta, y por lo tanto sus ingresos, serán menores. «La anormalidad no es buena para nadie, pero hay que tratar de ser optimistas y pensar que esta crisis la vamos a superar», indica por último Julián Castrillejo.