A la matanza en Becerril para llenar la despensa

Rubén Abad
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Las Amas de Casa prepararon mil raciones de jijas y morcilla, que ayudaron a entrar en calor a los asistentes junto al orujo local y las pastas

A la matanza en Becerril para llenar la despensa - Foto: Óscar Navarro

Becerril de Campos amaneció ayer con unas gélidas temperaturas que casi cortaban la respiración y un sol de justicia, el ambiente perfecto para lo que estaba por llegar: la matanza del cerdo, que en la localidad terracampina se enmarca en la XV Fiesta de Invierno. 

El reparto de orujo del pueblo, acompañado por pastas, ayudaba a entrar en calor a los primeros asistentes en una jornada que arrancó con la misa en Santa Eugenia en honor a San Antón, patrono de los animales, y la posterior bendición de las mascotas.

Ese fue el punto de partida de uno de los actos más singulares de la fiesta, la procesión del cerdo hasta la plaza Mayor. Un animal que rondaba los cien kilos y al que destazaron los miembros de la peña Ya'staka ante la mirada atenta de los asistentes, principalmente de las personas mayores que recordaron tiempos mozos y de los niños, a los que llamó especialmente la atención. Acompañados por el sonido de Entusiastas de la Dulzaina, los matanceros completaron todo el ritual, desde el chamuscado al despiece del puerco.

DEGUSTACIÓN Y MERCADO

Entre tanto, la renovada Asociación de Amas de Casa elaboró en cazuelas y paelleras de grandes dimensiones mil raciones de jijas y morcilla que después dieron a degustar a los vecinos del pueblo y a cuantos se acercaron hasta la localidad.

En paralelo, media docena de expositores -todos ellos vinculados con el municipio- se instaló en las inmediaciones de la plaza con alimentos, artesanía, ropa, juguetes, piezas de arte y otros muchos atractivos que hicieron las delicias de clientes y curiosos.

La fiesta continuó por la tarde con la actuación musical de Charangamanía y el concierto de Francisco Cordón. Un tributo a Manolo Escobar que hizo viajar a los vecinos en el tiempo gracias a un salón de usos múltiples engalanado para la ocasión con carteles de películas protagonizadas por el legendario artista almeriense.

El alcalde, Francisco Pérez, destaco el «gran ambiente» allí reinante. «Teníamos muchas ganas de volver, porque no celebrábamos este día desde antes de la pandemia», aseguró, para añadir que los actos programados «no serían posibles sin la colaboración de las asociaciones, la implicación del personal del Ayuntamiento y el acompañamiento de los vecinos y turistas».