Dos alumnos de La Yutera ganan los premios Ecotrophelia 2022

Jesús Hoyos
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El jurado distinguió al equipo de Adrián Torres y Lorena Paniagua -ayudados por Ruth Olivella, de la Pompeu Fabra-, por «el sabor y textura» de sus torreznos veganos y por ser una idea «innovadora y diferenciada»

Los tres componentes del grupo vencedor, de izquierda a derecha Lorena Paniagua, Adrián Torres y Ruth Olivella, posan con el premio, dotado con 3.000 euros. - Foto: DP

Un aperitivo elaborado con proteína de guisante con el aspecto, textura y sabor del torrezno más tradicional. Ese es el producto con el que dos alumnos del campus de La Yutera, estudiantes de la Ingeniería en Industrias Agrarias y Alimentarias,  han conseguido ganar los premios Ecotrophelia 2022, un reconocimiento al talento y la creatividad de estudiantes del sector de la alimentación y el desarrollo de productos innovadores.

Adrián Torres, cuyas raíces familiares están en Palencia, y Lorena Paniagua formaron parte, junto a Ruth Olivella, de la Universidad Pompeu Fabra, del equipo Vegguiss que se alzó vencedor de la XIII edición de los premios, celebrados en la Fundación Alicia (Manresa) gracias a unos torreznos veganos «basados en proteína de guisante y sometidos a varios tratamientos», según explica Torres a DP. En concreto, hidratado y secado «para obtener la apariencia y sabor real de un torrezno a través de especias y aromas».

Olivella, por otro lado, «se encargó del plan financiero y de marketing», aunque todos se pusieron de acuerdo para llegar a la mejor opción y al resultado final.

Dos alumnos de La Yutera ganan los premios Ecotrophelia 2022Dos alumnos de La Yutera ganan los premios Ecotrophelia 2022Los premios, organizados por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hacen hincapié en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, como la reducción del consumo de plástico y agua y el empleo de materias primas y productos «que normalmente van a la basura», pero pueden ser reutilizados.

El producto que han presentado tras más de medio año de trabajo y varios informes técnicos está listo para ser comprado por un potencial consumidor. «Debe ir con todos los detalles en la etiqueta, cumpliendo la legislación con todas las certificaciones necesarias», añade.

Esta victoria nacional les da el acceso al campeonato europeo que tendrá lugar en París en octubre y en el que competirán contra equipos de otros 16 países:«Nos toca seguir trabajando y aprendiendo términos técnicos en inglés para intentar ganarlo». Incluso presentado el producto y premiado en España, «siempre cabe mejora». En concreto, deben perfeccionar el empaquetado reduciendo o disimulando el plástico. Además, «le faltaba el aroma de la grasa». Algo en lo que una de las jueces colaborará, ya que es directiva de una empresa de aromas y se ha ofrecido a ayudarles. El jurado destacó, eso sí, «el sabor y la textura del producto». «Es crujiente, igual que el torrezno, y jugoso por dentro. Se sorprendían de que estuviera tan conseguido y algunos repitieron», comenta Torres.

El premio, dotado con 3.000 euros, lo emplearán en la patente. «Luego toca decidir si la vendemos, la cedemos a una empresa que lo produzca para obtener beneficios por ello, o lo producimos nosotros mismos», precisa.

Ya intentaron participar en la edición anterior, pero por fechas, exigencias y problemas para compatibilizarlo con el trabajo, no les fue posible. La idea parte de uno de sus profesores, Manuel Gómez. «Tiene contactos con Molendum, una empresa zamorana de harinas que quería revalorizar su aíslado de proteína. Se lo propusieron, él nos lo sugirió con varias ideas y nos pusimos manos a la obra», recuerda.

«El papel de los tutores ha sido de apoyo, consejo y enfoque, además de rectificar lo que hacíamos mal y ayudarnos con la presentación y las posibles preguntas del jurado», detalla Torres, quien ha sido cocinero en el restaurante Ajo de Sopas y ahora cursa sus prácticas en Cascajares. «Me gusta mucho la hostelería, pero es una vida muy sacrificada, por lo que seguiré por esta nueva vía». Tiene estudios previos de cocina y pastelería y también aprendió dietética. 

 

Innovación. La innovación alimentaria, señala Torres, «permite aprovechar materias primas y subproductos que no se utilizan y acaban en la basura». Muchas proteínas que se dirigen a alimentación de ganado pueden sustituir la proteína de origen animal que consumen las personas. «Son normalmente de origen vegetal y que se obtienen de la harina. Conllevan menos gasto que la producción de carne, por ejemplo», comenta.

Producir legumbres, como los guisantes, «ayuda a fijar nitrógeno en el suelo y consumir menos agua». Por norma general, explica AdriánTorres, «las proteínas vegetales son bastante completas». «Las animales, sobre todo las del huevo, puede ser mejores; en las legumbres falta algún aminoácido esencial, pero se puede complementar perfectamente con proteínas de cereales, por ejemplo», concluye.

«Este tipo de iniciativas son muy importantes para dar mayor visibilidad a nuevos proyectos e incentivar a los más jóvenes para que exploten todo su potencial y den sus primeros pasos fuera del mundo académico», apuntó el director general de FIAB, Mauricio García.