Enorme éxito del deporte palentino el protagonizado en la tarde de ayer en el Arena Torun de la localidad polaca del mismo nombre por el astudillano Óscar Husillos Domingo que, en una sensacional carrera, se erigía como el nuevo campeón de Europa de los 400 metros en pista cubierta tras superar a todos sus rivales y mejorar la plata lograda dos años atrás en Glasgow.

El discípulo de Luis Ángel Caballero lograba el mayor éxito de su carrera, demostrando que el oro que la mala fortuna le arrebató en el Mundial de Birmingham hace tres años no había sido una casualidad. En todo este tiempo ha sido fuerte, sobre todo mentalmente, y ayer en la primera gran competición internacional a la que acudía en este ilusionante 2021, demostró en 46’’22 (su tiempo para la historia, mejor marca del año), todo el trabajo diario incluso en el año de la pandemia.

Husillos tomaba la salida en la gran final de las dos vueltas a la pista desde la cuarta calle, flanqueado por los neerlandeses (nada menos que tres se habían clasificado). Por delante tenía las referencias de Dobber (calle 5) y Van Diepen (calle 6), y por detrás (calle 3) salía Bonevacia. En principio entre ellos cuatro se iba a dilucidar el podio continental, salvo gran sorpresa de los otros dos finalistas, el esloveno Luka Janezik y el sueco Carl Bengtstrom. Van Diepen había sido bronce en Glasgow’2019 (donde el palentino se proclamó subcampeón tras el noruego Karsten Warholm) y Bonevacia bronce en Belgrado’2017.

Husillos, campeón de Europa - Foto: ALEKSANDRA SZMIGIEL

Salió a buen ritmo del corredor del CAAdidas, más concentrado que nunca, consciente de que las oportunidades hay que aprovecharlas cuando se presentan. Llegó al ecuador de la prueba ya mostrándose en primer lugar (el paso, 21’’32, tras los 11’’14 del primer 100) y cogiendo la calle libre por la cuerda, con confianza, dominando el escenario.

Los tres neerlandeses seguían su estela al paso por los 300 metros (32’’83) y, poco después, en la recta definitiva, sobre todo en los últimos 50 metros, tuvo las fuerzas y el coraje necesario para aguantar, zancada a zancada, hasta cruzar la meta en primer lugar. Llegaban justo tras él, abiertos en las calles 2, 3 y 4, Van Diepen (subcampeón, con 46’’25, Bonevacia (bronce, con 46’’30) y el sueco Bengtstrom, cuarto con 46’’42 y a punto de subirse al podio. Dobber era quinto.

Fue el colofón a un Campeonato de Europa en el que el de Astudillo (en su pueblo, como en Palencia, no se perdieron la gesta, una más, de su ilustre paisano, quien pudo volver a presumir de sus raíces ante todo el continente europeo) ganaba en la mañana del viernes la primera carrera en Torun, la serie eliminatoria. Ya por la tarde, el mismo viernes, con mayor tensión competitiva, era segundo en su segunda aparición sobre la pista azul de la ciudad de origen medieval situada en el norte de Polonia. Esa semifinal, su segundo expediente del Europeo, lo había superado por detrás de Tony Van Diepen con buenas sensaciones. Y ayer, ya sin dejarse nada en el tintero, nadie podía con él. Su grito de rabia contenida durante tanto tiempo, emergía, llenando un Arena Torun vacío de público, pero pleno de emociones. Bravo por Óscar.