La Unión de Consumidores (UCE) Palencia señaló ayer que duda que algún día pueda bajar el precio de los alimentos que se incrementó por los altos costes de la electricidad y los combustibles. «Al inicio de 2022 muchos productos alimenticios subieron por la inflación y, casi dos meses después, volvieron a aumentar por las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania, el coste de las materias primas combustibles y la electricidad, entre otras», dijo.

Al respecto, señaló que una vez que la inflación experimentó un descenso y se redujeron los precios de combustibles y electricidad, «no pudimos comprobar ningún descenso del precio de los alimentos; es más, el Gobierno ha bajado el IVA de algunos de ellos y tampoco ha impactado en el precio de los productos afectados por la rebaja», aseveró.

Así, puso de manifiesto que algo similar ha sucedido con los carburantes. «De la repercusión del IVA hemos oído un montón de patrañas, que solo han colado entre quienes no saben cómo funciona la repercusión de este impuesto en la liquidación a Hacienda de los proveedores y comerciantes. Los agricultores y ganaderos insisten en afirmar que entre lo que les pagan a ellos por sus productos y el precio final hay un abismo», expuso la organización de consumo». 

No obstante, UCE alabó el esfuerzo del Gobierno bajando el IVA de productos de primera necesidad, «pero es preciso controlar que repercute en los consumidores y, si es necesario, sancionar duramente a quienes utilizan estas bajadas de impuestos para enriquecerse. No queremos meter a todos en el mismo paquete al haber excepciones, pero estas son pocas». Finalmente, pidió a los consumidores que, antes de comprar, comprueben los precios de diferentes establecimientos, «porque les supondrá un buen ahorro, y desde luego, no comprar nunca donde se ponen precios visibles a los productos para que puedan ser comprobados por el consumidor».