Tiempo de quejas no pasa de una expresión coloquial acuñada para definir un periodo indefinido y de uso continuado en la historia. Quejas hubo, hay y habrá. Y se queja todo el mundo. Con razón o sin razón. En eso estaremos todos de acuerdo aunque en ciertos casos puntuales provoquen sonrisas y estupor en otros. Entre estos últimos las protagonizadas por Just Stop Oil, una asociación ecologista británica, y el gobierno de  Emiratos Árabes Unidos merecen atención porque definen esta época y certifican esa sensación creciente de que la piel de los humanos se vuelve muy fina por instantes. O intolerante al influjo exterior.
Los ecologistas británicos se quejaban de la concesión de licencias para la exploración y producción de combustibles fósiles, sobre todo en el Mar de Norte, y no tuvieron mejor ocurrencia que verter sopa de tomate de una conocida marca popularizada por Andy Warhol sobre Los girasoles de Van Gogh a sabiendas de que el óleo está protegido por un cristal. Efectismo. La queja de Emiratos Árabes Unidos se dirigió contra Josep Borrell, después de que usara un par de metáforas donde aludía a herbívoros y carnívoros y al riesgo de que el jardín (Europa) se viera invadido por la jungla (los demás). Como responsable de la política exterior europea sugería la necesidad de que la Unión Europea se rearmara militarmente y no ha gustado a todos puesto que ha originado una crisis diplomática.
Pues vaya. Va a resultar que para evitar conflictos, quejas y protestas de todo tipo la única solución es la de aplicar ese desusado principio de reciprocidad según el cual se da lo mismo que se recibe porque a menudo se entiende bastante bien y además produce efectos inmediatos. Queda por saber la reacción de las ecologistas británicas si recibieran en directo un calderazo de sopa jardinera de Gallina Blanca o de puré de patatas Maggi… al menos resultaría más racional que mezclar energía y arte porque se circunscribe a productos alimenticios envasados. En el caso de Borrell ocurre lo mismo… queda por saber cuál hubiera sido la reacción en la jungla si en vez de decir lo que dijo se hubiera limitado a comentar que necesitamos comprar herramientas y herbicidas por la cuenta que le trae a nuestro jardín.