Las rapaces, más fuertes

-

Los planes de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León indican que el águila imperial, con presencia en Palencia, y el buitre negro han mejorad su población de forma significativa con medidas protectoras

Las rapaces, más fuertes

Las medidas de conservación activas llevadas a cabo sobre varias de las especies forestales amenazadas presentes en Castilla y León, como es el caso del águila imperial ibérica (Aquila adalberti), con presencia en la provincia palentina, o del buitre negro (Aegypius monachus), han contribuido a mejorar su población de manera muy significativa. Así lo demuestran los resultados obtenidos en el último informe de seguimiento de los Planes de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León publicado para cada una de estas especies y recibidos a partir del trabajo de técnicos, agentes medioambientales y celadores de Medio Ambiente con el apoyo técnico de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.

En el caso del águila imperial, se contabilizaron un total de 131 territorios en 2021 (último año del que se disponen datos), distribuidos entre las provincias de Segovia (47), Ávila (43), Valladolid (27), Burgos (6), Palencia (3), Salamanca (3) y Zamora (1). Así, se realizó un seguimiento completo de la reproducción en 118 parejas, con un total de 190 pollos volados en 104 territorios diferentes. 

Estos resultados indican que la tendencia poblacional del águila imperial en Castilla y León ha sido claramente positiva, pasando de los 17 territorios en 1989 a 131 en 2021. Este fuerte aumento poblacional ha ido acompañado de un notable aumento del área de distribución, pasando de 6-7 cuadrículas UTM 10x10 km ocupadas por la especie en 1989, hasta las 94 cuadrículas en 2021. 

Por su parte, en el censo de buitre negro de 2021 se han contabilizado 597 parejas repartidas en 7 núcleos de nidificación y 23 colonias de reproducción. Se realizó el seguimiento completo de la reproducción en un total de 590 parejas, con un total de 363 pollos volados. La especie se distribuye por las provincias de Ávila (269 parejas), Burgos (15), Salamanca (120) y Segovia (193), confirmando su tendencia positiva tanto en el número de efectivos, al pasar de 134 parejas en 1991 a las 597 de 2021, como en la recuperación de parte de su área de distribución histórica (con un incremento de 20 cuadrículas UTM de 10x10 km entre el año 2000 y el 2021).

Gran parte del éxito y de la mejora en las poblaciones de estas especies forestales deriva de la aplicación de medidas de corrección de tendidos eléctricos peligrosos, así como de las prácticas de gestión forestal sostenible aplicada en Castilla y León y de la existencia de instrumentos de planificación y ordenación forestal en los montes públicos y privados, cuyo fin es la conservación y mejora de las masas forestales, así como la protección de la biodiversidad existente en ellos.

compatibilidad forestal. Desde la Junta de Castilla y León se ha fomentado la aplicación de criterios de gestión compatibles con las especies forestales desde hace casi dos décadas, elaborando un manual que define los criterios de gestión de las masas forestales de la comunidad y cuyo objetivo es compatibilizar la gestión y el aprovechamiento de  los recursos arbóreos con la conservación de las especies. De forma complementaria, en Castilla y León se ha realizado un esfuerzo muy importante para la aprobación de instrumentos de ordenación forestal y su certificación de calidad bajo los sellos PEFC y FSC.