Once elementos entran en la Lista Roja en un año y medio

César Ceinos
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Hispania Nostra asegura que cuarenta lugares de interés de la provincia están «en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores» y lamenta la «irrecuperable» pérdida de la central térmica de Velilla

La alcoholera de Palencia, uno de los últimos bienes en entrar en la Lista Roja - Foto: Sara Muniosguren

La Lista Roja del Patrimonio es un altavoz que promueve desde 2007 la asociación Hispania Nostra para alertar de los bienes culturales y naturales de España «en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración». Actualmente, este elenco está formado por unos 1.100 elementos; de los cuales, 40 están ubicados en tierras palentinas. Las señales de peligro aumentaron desde los inicios de 2021, a tenor de los datos que publica la entidad promotora en su página web. En lo que llevamos de ejercicio se han incluido cuatro elementos al listado y en el anterior, siete.

La última incorporación provincial a la Lista Roja data del pasado 7 de junio. En aquella jornada, Hispania Nostra puso su mirada en la ermita románica del cementerio viejo de Cubillas de Cerrato y denunció que este lugar está «en estado de ruina muy avanzada sin ningún tipo de consolación». Además, advirtió de un «importante riesgo de colapso, derrumbe total y expolio de algunas de sus piezas». Unas fechas antes, del 24 al 26 de mayo, la organización reclamó  atención para el edificio de Azucarera Palentina, que se encuentra en Villamuriel de Cerrato (día 24); para el molino de las Once Paradas de Palencia (día 25) y para la alcoholera situada en el barrio de Pan y Guindas, también en la capital (día 26). En el primer caso, explicó que «se encuentra en un avanzado estado de deterioro, con varios hundimientos y con elementos que no corresponden a la propuesta original» de Jerónimo Arroyo; en el segundo, que «su conservación es muy deficiente, así como sus entornos, los cuales fueron arreglados parcialmente en 2021»; y en el tercero, «que está en mal estado y que contiene elementos añadidos posteriormente que no se encontraban en el diseño inicial».

Las entradas en 2021 arrancaron pronto. La estación de ferrocarril de Las Cabañas de Castilla, ubicada en la línea Palencia – Santander, forma parte de esta relación desde el 11 de enero por el abandono al que está sometida. A partir del 2 de marzo también lo hizo la ermita de San Roque de Dehesa de Romanos. La descripción que da la asociación no es muy diferente a la del templo del camposanto cubillero. «Corre peligro de colapso total», aseguró después de subrayar que «la techumbre está desplomada en la zona del presbiterio y en el suelo de la parte de la vivienda» y que «sería preciso, al menos, cambiar la cubierta, consolidar las paredes de adobe más dañadas y limpiar el interior». Otro edificio religioso, la iglesia parroquial de San Vicente de Revilla de Campos, se incluyó el 24 de mayo. En este caso, los promotores de la Lista Roja lamentaron el deterioro progresivo del edificio y la caída del tejado de la torre. Además, recomendaron el apuntalamiento de la pared posterior de una de sus naves.

ENTORNO.  Uno de los dos almacenes de la dársena del Canal de Castilla en Palencia, concretamente el que no se utiliza como Museo del Agua aparece señalado desde el 8 de julio. Hispania Nostra manifestó que «lleva décadas sin usarse y el tejado ha comenzado a desplomarse». No obstante, el motivo de inclusión, o al menos así lo pone en la ficha correspondiente que aparece en la red, fue el cambio legal que dio luz verde a la construcción de viviendas en las inmediaciones. «El nuevo plan urbanístico va a hacer que se pierda el patrimonio, que se invisibilice y se oculte entre construcciones más altas. En este sentido, se corre el riesgo de perder el valor patrimonial y natural, así como la relevancia social de esta joya integrada en un entorno semirrural, que funciona como parte del cinturón verde de la ciudad», aseguró, Es el único bien palentino, junto a la iglesia de San Martín de Frómista, que aparece en el listado por cambios en el entorno. La joya románica se incluyó en la Lista Roja en 2014 tras una polémica que saltó incluso a nivel nacional por la construcción de un edificio en las cercanías. «Este nuevo edificio produce un atroz impacto visual y supone también una agresión al Camino de Santiago», aseguró la entidad para defender la incorporación del bien al listado hace ocho años.

El rosario de inscripciones del año pasado continuó el 12 de julio con la iglesia de Boedo de Castrejón. Sin techo porque se desplomó y con maleza en el interior, la asociación, al menos, destacó que la estructura general «parece» solida. El turno de la ermita de Nuestra Señora del Castillo de Boada de Campos llegó el 10 de septiembre y las causas fueron «el riesgo de colapso y el expolio de materiales». Por último, desde el 5 de noviembre aparece la iglesia de la Asunción de Villamelendro de Valdavia, también por «peligro de colapso», concretamente «de las paredes maestras y el consiguiente hundimiento de las bóvedas de arista».

EN TOTAL.  La mayoría, 23, son edificios religiosos que, en líneas generales, figuran por encontrarse en mal estado, abandonados o expuestos a robos, aunque no son características endémicas de los lugares que en el pasado fueron frecuentados por los católicos. Los restantes, entre los que aparecen vestigios militares e instalaciones industriales, sufren prácticamente los mismos males y por ello han ido apareciendo. Los que fueron restaurados y rehabilitados pasaron a la Lista Verde, mientras que aquellos que «desaparecieron o se alteraron sus valores esenciales de manera irreversible» acabaron en la Lista Negra. En cambio, los elementos que fueron introducidos en la Lista Roja desde 2007 hasta 2020 y aún permanecen en ella son: la ermita de San Jorde de Prádanos            de Ojeda, el convento de San Francisco de Palenzuela, el castillo de los Enríquez de Hornillos de Cerrato, el monasterio de San Salvador de Nogal de las Huertas, el castillo de los Condes de Saldaña de la localidad homónima y el monasterio de Santa María de la Vega de Renedo de la Vega (2007); la fortaleza de Castrillo de Villavega, el monasterio de San Román de Entrepeñas, la iglesia de San Miguel de San Mamés de Zalima, el castillo de Torremormojón y la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Villafruela -término municipal de Perales- (2008); el castro cántabro de La Loma de Santibáñez de la Peña y la ermita de Santa Marina de Belmonte de Campos (2009); la iglesia y necrópolis medieval de Navas de Sobremonte (2010); el  palacio de los Acuña y la iglesia de San Agustín, ambos en Dueñas; el templo de San Miguel de Becerril de Campos y el castillo de Paradilla del Alcor (2011); el castillo de Palenzuela y la iglesia de San Martín de Frómista (2014); la ermita de San Juan del Otero (2017); la central hidroeléctrica de Ribas de Campos y la ermita de la Virgen del Rosario de Grijera (2018), la parroquia de Santa Bárbara de Vallejo de Orbó, la fábrica de harina, la central hidroeléctrica y las esclusas 31 y 32 del Canal de Castilla de Viñalta y la ermita de la Virgen del Amparo de Villavega de Aguilar (2019) y la ermita de San Pelayo y Soto Mazuelas, la Casa del Cordón de Valdecañas de Cerrato y la esclusa 15 del Canal de Castilla de Osorno (2020).

Cualquier persona o asociación puede solicitar la inclusión de un bien en la Lista Roja. Posteriormente, será el turno del comité científico de Hispania Nostra, que analizará las peticiones y solicitará información complementaria. En caso de que exista «riesgo cierto de pérdida de los valores» del patrimonio, se añadirá al elenco. Pese a elaborarse bajo la supervisión de una comisión, la propia organización reconoce que el listado no debe considerarse un inventario o un trabajo científico, sino «una llamada a la sociedad civil para que conozca, se sensibilice y actúe sobre los elementos patrimoniales». También es posible a través de su página web, si se considera oportuno, proponer que un elemento pase a la Lista Verde.

DERRIBOS.  A la Lista Negra pasó la central térmica de Velilla el pasado 20 de junio. En este caso, consideraron que el conjunto industrial era «irrecuperable» después de la voladura de la chimenea y de la gran torre de refrigeración tras lamentar su pérdida. Además, en este elenco aparece desde el 24 de diciembre de 2007 un elemento más de Palencia, el monasterio-hospital de Santa María de las Tiendas, que fue derribado hace años.