El pasado domingo 29 de agosto se disputaba en la localidad palentina de Cervera de Pisuerga la cuadragésima primera edición del Gran Premio Villa de Cervera, una prueba de categoría júnior en la que participaron ciclistas castellanos y leoneses, cántabros, asturianos y vascos.
La carrera constaba de seis vueltas (de nueve kilómetros) al pantano de Ruesga, que completaban un total de 54 kilómetros de distancia. El ganador fue el ciclista del MMR Academy Diego Herrán, que sacó más de un minuto y medio de ventaja al resto de los competidores.
Y eso que la carrera comenzó de forma agitada, con muchos ataques de salida por parte de los deportistas, lo que hacía parecer que iba a ser una prueba de resultado impredecible hasta la recta final.
Nada más lejos de la realidad, en la cuarta vuelta Diego Herrán se marchó en solitario, ganando la prueba con mucha superioridad respecto a sus rivales, con un tiempo de 01:26:27.
Seguidamente, los demás ciclistas fueron atravesando la línea de meta de manera disgregada. Tras Diego, el segundo en hacerlo fue su compañero de equipo Pablo Rubio (a 01:41). El bronce se lo llevó Luis García (a 01:41), también deportista del MMR Academy.
Después de ellos, fueron llegando a la meta, en este órden, Ibon Díaz, Juan María Cuella, Eder Izcara, Markel Zamora, Oier Muñiz, Alex Aguero, Claudio Ortiz, Unai Llano, Alejandro Martín, Juan González, Jairo Ramos, Javier Pajares, Álvaro de la Vega, José Molinero, Carlos Herrero, Víctor Abad, Hugo Prieto, Oier Montero y Mario Martínez. El último de todos, a 04:23 después de que terminase Diego Herrán.
ENTREGA DE PREMIOS. Una vez finalizada la carrera, tuvo lugar la entrega de premios a los ganadores. En el acto estuvo presente el alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, acompañado de la corporación municipal del Ayuntamiento de Cervera. Además, en la organización también colaboraron Protección Civil y la Diputación de Palencia.
De esta forma, finalizaba uno de los eventos deportivos más tradicionales de la provincia. En esta edición, una prueba algo descafeinada por las restricciones obligadas por la pandemia, que se espera que desaparezcan o, por lo menos, se reduzcan drásticamente, de cara al año que viene, en el que Cervera sueña con volver a celebrar su Gran Premio con normalidad.