Técnicos del área de proyectos de la Fundación Santa María la Real viajaban hace unos días a Creta para participar en uno de los talleres de trabajo del programa europeo Ruritage, del que la entidad aguilarense forma parte junto a otras 38 instituciones de una veintena de países.

Las jornadas sirvieron para poner en común algunas herramientas que facilitarán la aplicación de buenas prácticas para convertir el patrimonio en eje de desarrollo territorial en áreas rurales europeas. De hecho, ese es precisamente el reto de Ruritage. En el taller también se validaron las estrategias que el comité directivo ha estado preparando durante un año, a partir de la información proporcionada por todos los integrantes del proyecto, tanto modelos como replicadores.

"Es alentador descubrir que, a pesar de ser una iniciativa con casos de estudio de tantos y tan diferentes países, las metodologías y soluciones propuestas tienen una escalabilidad y replicabilidad increíble. Todos trabajamos para el mismo fin, el desarrollo sostenible, que se materializa a nivel local en el desarrollo territorial desde una perspectiva cultural, ambiental y social", explicaba Paula Conte, técnica de la FSMR, a su regreso a España.