9 meses de prueba del Talgo Avril en el tramo cerrado de AVE

H.J.
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Sus trenes de «muy alta velocidad» han vuelto a hacer varios recorridos la pasada semana por la línea Venta de Baños-Burgos

9 meses de prueba del Talgo Avril en el tramo cerrado de AVE - Foto: Alberto Rodrigo

La línea de alta velocidad entre Venta de Baños y Burgos, cuya construcción ha supuesto un enorme esfuerzo para las arcas públicas y que sigue cerrada al tráfico de pasajeros pese a estar finalizada desde el otoño de 2020, lleva siendo utilizada desde abril del año pasado por la empresa Talgo, de forma intermitente, como banco de pruebas de su último modelos de tren.

Los llamados Avril, convoyes de «muy alta velocidad» que han sido bautizados como el súper AVE, ya superaron en la primavera de 2021 los 360 km/hora durante su proceso de homologación. Desde entonces han regresado en varias ocasiones al tramo palentino-burgalés para continuar con las pruebas, la más reciente esta misma semana.

Desde los primeros días de este año el Avril ha vuelto a realizar varias pasadas y ha pernoctado en la estación Rosa Manzano en la capital burgalesa. La compañía ferroviaria, con una factoría de producción en Rivabellosa (junto a Miranda de Ebro, aunque en territorio alavés), no ha facilitado información sobre qué tipo de pruebas continúa realizando en la infraestructura de la que por el momento goza en solitario, pero fuentes ferroviarias apuntan a que formarían parte del proceso de homologación que necesitan los Avril para su pronta puesta en servicio. Estos trenes forman parte de un megacontrato firmado en 2016 con Renfe y que supuso un importe de casi 1.300 millones de euros a cambio de la construcción y mantenimiento posterior de 30 trenes con diferentes características, preparados para circular a velocidades por encima de los 300 km/hora. 

Algunos de los convoyes serán de ancho fijo (preparados únicamente para circular por vías de alta velocidad) y otros de ancho variable (que se adaptan también a las vías convencionales), y sus destinos todavía no están claros.

Es previsible que circulen por la nueva línea de Galicia inaugurada recientemente, pero por sus características de capacidad y velocidad podrían explotarse comercialmente también en la Madrid-Barcelona, en el corredor Mediterráneo, en la Madrid-Sevilla-Cádiz o incluso en las conexión con el País Vasco que deberían ponerse en marcha cuando se inaugure por fin el tramo entre Venta de Baños y Burgos. En este ámbito geográfico se sigue esperando la llegada de los primeros pasajeros del AVE desde hace meses, cuando la infraestructura se terminó. Sin embargo, tanto Adif como Renfe han explicado que no basta con su homologación a 200 km/hora (el llamado sistema ASFA, con el que sí se estrenaron otras líneas), sino que prefieren esperar a homologar la línea a 300 km/hora con la entrada en funcionamiento del sistema Ertms.

Esto motivó el retraso de más de un año en la puesta en servicio. Adif explica que «próximamente» comenzarán sus propias pruebas a más de 200 km/h, tras lo cual tendrá que elaborar un informe favorable la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y, a partir de ahí, las últimas previsiones del Gobierno pasan por inaugurar la línea «vencido el primer trimestre». Es decir, antes del verano. 

EL HITO DEL 31 DE MAYO. El último día de mayo de 2021, Talgo anunciaba orgulloso en una nota de prensa que una unidad de  Avril, el tren de muy alta velocidad desarrollado y fabricado en España, había superado «un hito clave en su proceso de homologación: ha superado los 360 km/h, la velocidad necesaria para su posterior puesta en servicio en los próximos meses. La unidad que ha alcanzado el hito es una de las 30 cuya fabricación y mantenimiento durante tres décadas adjudicó Renfe a Talgo para su circulación en España y Francia», contaba entonces.  

Relataba igualmente que «con solo un reducido equipo a bordo, formado por personal de conducción y técnicos de puesta en servicio de Talgo, la velocidad punta se ha alcanzado en un tramo de la nueva línea ferroviaria entre la localidade Venta de Baños y la ciudad de Burgos, infraestructura que está aún en período de pruebas y que permanece cerrada al tráfico de viajeros».

 Advertía igualmente la empresa ferroviaria en aquel momento que «el hito alcanzado es solo una de las etapas de homologación, que entre otras cosas requerirán la circulación de tren Avril durante más de 30.000 kilómetros tanto en líneas de ancho estándar europeo (de alta velocidad), como en líneas de ancho ibérico (tanto convencionales como de alta velocidad).

Y apuntaba que esos ensayos, necesarios para registrar «el comportamiento altamente satisfactorio de todos los elementos del tren, desde la rodadura a la tracción, pasando por los sistemas de captación de energía y los de señalización, servirán además para introducir y validar un concepto también revolucionario: el cambio automático de ancho de vía para trenes de muy alta velocidad (aquellos capaces de superar los 300 km/hora)». Y en ello están todavía, por lo que aparenta su presencia en  el tramo palentino-burgalés.

El débil argumentario de la seguridad

La explicación oficial para no haber estrenado todavía la línea de alta velocidad entre Venta de Baños y Burgos es que las pruebas de seguridad deben ser rigurosas y que las autoridades europeas exigen las máximas garantías. Pero mientras tanto, Talgo se está beneficiando de la existencia de una infraestructura que de esta forma puede disfrutar en exclusiva para la realización de sus pruebas. No tiene que convivir con trenes comerciales, ni de pasajeros ni de mercancías, y por tanto puede circular a sus anchas sin el inconveniente de tener que adaptarse a otros horarios, como le ocurriría en cualquier otro tramo donde hubiera más trenes.

Mientras el tramo palentino-burgalés sigue retrasándose, en paralelo ha habido  otras líneas como la gallega que han podido abrir con plazos de realización de pruebas muy inferiores a los que se están respetando en ambas provincias. La conexión entre Pedralba de la Pradería (Zamora) y Orense, una de las de mayor dificultad técnica de las construidas en España por su sucesión de túneles y viaductos, entró en servicio en el mes de diciembre tras solo 10 meses de ensayos. Al tramo Venta de Baños-Burgos, le tocará esperar 20 como mínimo. De ahí que todo apunte a una falta de interés comercial en la línea, que solo cobrará pleno sentido cuando esté unida al País Vasco y a su 'Y', algo para lo que todavía faltan unos cuantos años.